Iba
a tomar un café y el pulso a mi ciudad, las dos cosas a la vez, o a lo mejor
sólo iba a comprobar como va mi pueblo de solidaridad o a lo peor como vamos de
información o simplemente a disfrutar de una mañana primaveral en este Alcalá
de mis amores o dolores.
Las
indumentarias tanto de mi amiga como la mía la apropiada: camiseta del revés,
pegatina en el pecho que al menos los hombres heteros seguro que se fijan.
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Primer
encuentro y parada: el escritor con seudónimo italiano, sudoroso por el ejercicio
físico, con la ropa del derecho y sin pegatina. No tiene pegatina ni cabeza
(añado yo) al vestirse no recordó que era el día de dar un giro al mundo.
Que
mejor sitio para tomar la tensión y el café, la plaza de los Santos Niños, la
cruzan otros niños santos todos con sus pegatinas y muchos con la camiseta
vuelta. Nos alegramos parece que la mañana va a ser productiva en alegrías el
futuro parece que se pone las pilas.
Ya
sentadas en el Coffe “Can Green” la dueña antes de saludarnos nos pregunta la razón de
nuestra indumentaria y casi antes de oír la respuesta se jira el jersey y
ordena al camarero que haga lo mismo.
La
temperatura es ideal, el café esta francamente bueno por si fueran pocas las dichas se nos acerca
una chica (no podía resistirme hacer un pareado) con una sonrisa de oreja a
oreja nos dice: yo también voy del revés, la tuvimos que mirar dos veces para
darnos cuenta que lo que llevaba cambiado era el pantalón.
Ya
he dicho que la mañana transcurría casi perfecta, hasta que mi acompañante
torció el gesto mientras decía: ¡vaya! mira quien viene por ahí, me cambié de
sitio para ver y que me vieran.
Como
soy una persona educada empezaré por lo que vio el otro; a una mujer con una talla 95 de
sujetador, camiseta muy ajustada del revés, pegatina en la teta derecha y
mirada provocadora.
Lo
que yo vi: El cuervo jefe* con cerebro
de mosquito,(los mismos que a otra amiga le obligaron a acudir a urgencias) y
palomo con problemas o de movilidad o de vista ya que no fijarse en
alguien con esa indumentaria tiene que ser por una de esas dos cosas.
Me
repuse bien de esa nausea y subida de tensión, provocada por el pájaro, sin
duda a ello contribuyo, la visita al mercado municipal, el encuentro con
alcalaínos de bien y la actitud personal de querer cambiar el mundo o al menos
de disfrutar una mañana primaveral en este Alcalá de mis amores.
*Individuo
con alzacuello que aprovecha las homilías por televisión para desvariar