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jueves, 25 de abril de 2013

Victoria de las beguinas


Se dice, se oye, se comenta…

Que un grupo de mujeres mañana viajan a Vitoria.

 

 Hoy, leo la necrología de Marcella Pattiyn, (transcribo) la última de las beguinas. Aclararé que me gusta leer el obituario, porque la mayoría de las veces comienzo a conocer a personajes, justo cuando ellos  han terminado su ciclo vital.

Desconocía totalmente la historia de estas  mujeres que comenzó su andadura a finales del siglo XII.

 Vuelvo a transcribir: En la Edad Media, entre la rigidez de los estamentos religiosos, empezaron a aparecer comunas de estas mujeres que iban por libre, se organizaban de forma democrática, trabajaban para obtener alimentos…

Igual que ese colectivo de mis amigas que inician ese viaje, o mejor continúan la andadura de las beguinas o la suya propia.

 

¡¡Feliz viaje!

 

 

sábado, 20 de abril de 2013

Eufemismos y otras verdades


Permuta de los derivados del calamar y una de las extremidades de la gallináceas, por las creaciones de Edison.

Aumento del horario de vigilia como consecuencia del largo tiempo trascurrido desde la menarquia a la actualidad.

Disminución del espacio habitable en el hogar por la permanencia en el mismo de Diógenes, no el cínico, sino el del síndrome.

Desaceleración de la tensión baja, gracias a la terapia onlain, sesión de sesenta minutos, del técnico del ADSL ( eso si, externalizado).

Desarrollo de la masa corporal, por la vida contemplativa.

            Más cabello claro, porque hay menos pelos oscuros.

            Progresión adecuada del lenguaje oral y corporal (sobre todo soez), gracias al curso de conducción de vehículos a motor.

            Tender esto en “la cara del libro” por que sino no me lee, ni el jefe de Paco.

 

¿No se entiende nada?

Pues eso  me pasa a mí, que no entiendo nada.

 

domingo, 7 de abril de 2013

Trajes y otras "prendas"


 En cuestiones de “etiqueta” tengo que reconocer que no distingo un smoking de un frac, y no tengo ninguna intención de aprender cual es cual.

A la conocida agencia de cobro de morosos, le cambié el nombre, por esa afición mía a jugar con los palabros. Unas veces, porque fonéticamente lo asocio a una que no me gusta su significado, otras porque no me gusta como suena, y la mayoría de las veces por “pura locura mía”.

Aquí unos ejemplos de esta locura;

A los tetrabrik, los llamo pichabrik, creo que sobra la explicación.

La presbicia, para mi es presbiteriana.

Mis gafas son progresistas, (como por no podía ser de otra manera) no como el resto de los mortales que lucen progresivas.

El FRAP fue el brazo armado de un partido de izquierdas ya desaparecido.

Así que para mi esta agencia es “el cobrador del smoking”. En esta paranoia mía, hubo un tiempo en que pensé que se dedicaban a perseguir a los que tenía deudas con el estanquero.

Durante unos días creí, no por locura sino por  “pura ignorancia”  que el escrache era una consecuencia de la crisis  económica, y que esta empresa había cambiado sus métodos. Ahora sus empleados perseguían a los morosos, dotados con una agujas de hacer croché y sobre la marcha, les tejían unos elegantes frac. De hecho, cuando algún político los tacho de filo terroristas, pensé que estaban tan pirados como yo, confundían las palabras, se hacían un lío, en fin una locura.

Lo que me ha devuelto a la cruda realidad han sido las declaraciones de no recuerdo quien o que cosa, que ha dicho:

Nos han votado y por eso hacemos, lo que hacemos.

Pues yo viendo y oyendo de esta manera tan loca, me voy a jugar y les voy a botar, pero para que se vayan lejos, muy lejos…

 

 

 

 

miércoles, 3 de abril de 2013

Hoy me callo


Hoy no pienso hablar de la actualidad, ni decir que los Señores Lámela, Güemes, etc… son unos sinvergüenzas, legales pero sinvergüenzas. Eso no pienso decirlo hoy. Tampoco hoy voy a escribir lo que me parece las declaraciones de la Delegada del gobierno en Madrid, que se supone es la que tiene que velar por el orden público. A mi modesto entender o lo hace para que desviar la atención, o bien para que sus afirmaciones se conviertan en verdad y todo aquel que proteste por las situaciones tan sangrantes que nos ha tocado sufrir, lo empiecen hacer de una manera violenta. Tampoco voy hablar de eso.

            Ni de las compañías eléctricas, que la primera vez que hay una bajada del recibo, ya han leído el consumo real, cuando era el caso contrario, aprovechaban y no te facturaban el montante de lo consumido, hasta poder aplicar el precio superior. De eso tampoco voy hablar hoy.

            No hablaré hoy, de la duda que me viene siempre a la cabeza, cuando hablan de privatizar, lo que sea, sanidad, enseñanza, etc., etc. Si todos estos servicios se pagan con mis impuestos, ¿por qué? se los regalan a “particulares”. Pero tampoco voy hablar de eso.

            Ni de que me parece, que estamos tirando el dinero “el dinero de todos” cuando a los jóvenes y no tan jóvenes sobradamente preparados, se marchan para dejar los beneficios de su formación, en países que no han invertido nada en la misma.

            Ni de lo que me parece la amnistía fiscal, para los choris, mientras que a los “paganinis” cada vez nos ordeñan más; ¡Ojo que pueden acabar matando a la vaca!

 

Pues de todas estas cosas, hoy no pienso hablar.

Hoy únicamente hablaré: de la muerte del correo electrónico tradicional, con la llegada del guapsa.