"La guerra del odio"
“Y digo que el que se
presta para ser hombre veneno, es doble tonto y no quiero ser bailarín de su
fiesta.”
Están a un clic de
ganar la guerra, pero aún no se ha librado la última batalla y un grupo de
resistentes intentamos poner un poco de cordura o tal vez locura, y dar la
vuelta a la contienda.
Intentaré explicarme y
que se me entienda:
Cuando hablo de
guerra, me refiero al odio que han conseguido generar entre unos y otros, ¿que
como lo han hecho? Pues… con verdades, verdades a medias, mentiras y medias
mentiras.
Casi han conseguido, que nos posicionemos en
un bando u otro (los dos generadores de rencor) apelando a los instintos más
primitivos, a esa pertenencia a un grupo
que supuestamente nos protege de las alimañas depredadoras que hay en el bando
contrario
.Aquí toca meter un
refrán, de los que soy gran aficionada: “A
río revuelto ganancia de pescadores”
Por supuesto que “los otros” son de una “raza
inferior” hablan una lengua menos buena que la nuestra, su bandera no es la
autentica y además es más fea y la tienen más pequeña… y creen en un Dios que
no es el verdadero.
Ese mismo discurso ha
sido el generador de las guerras que durante siglos han devastado a nuestra
especie (la humana).
Pero es que no nos
damos cuenta que somos marionetas (no tengo nada en contra de la marionetas
siempre que estas sean de madera) que mueven a su gusto los señores del odio.
Vamos a dejarnos de
tonterías,” los otros” nacen como nosotros, se reproducen como nosotros y
mueren como nosotros.
Los unos y los otros
tenemos derecho, a que nos dejen en paz, a que dejen de meter cizaña, a que
nuestras madres nos acunen y canten nanas en el idioma que quieran, y que
nuestra bandera, sea la bandera del amor
y no la del odio.