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lunes, 24 de diciembre de 2018

Feliz Navidad y...

 




Dífícil esta resultando mandar una felicitación de navidad,
 así que incluyo la del 2012 y añado las reflexiones
 de este año.

Me estoy volviendo un poco vaguilla, cosas de la edad.


 Un diciembre más, me encuentro en la tesitura de a la gente que quiero mandar mis pensamientos y deseos.

Descartada la misiva manuscrita, como las que recibo de las personas más allegadas y tradicionales, demasiado costoso en sellos.

Descarto también los montajes con ordenador, aunque ahora ya dispongo
de uno con tecnología suficiente, mi capacidad para hacerlo sigue siendo insuficiente.

Reenviar los sentimentales que he recibido, tampoco.

Pensé escribir un cuento, mentando a todos y cada uno de los que recibiréis esto, pues al menos en este preciso instante me acuerdo de todos.

Demasiado complicado, resumir en un “cuento” todos los avatares de este último año:

La salud de algunos, nos ha tenido preocupados a todos.

Unos hemos encontrado el amor, otros el desamor.

Los menos hemos conseguido trabajo, los más lo hemos perdido.

Al dinero no voy a mentarlo, no quiero ensuciar esta carta.

 

En el momento de hacer clic para enviaros este mensaje;

A todos y cada uno de vosotros;

 

Mi pensamiento y mis mejores Deseos.

 

Pura.

19 de diciembre de 2012

 

 

Este año  que ya soy más vieja, pero no por eso más sabia- esto lo he puesto para que en los comentarios alguno escriba eso de: Pura si tú eres muy lista o algo parecido.

Ahora en serio: Entre las cosas negativas del 2018 destacar el insulto,  y lo generadores de odio que nos esta comiendo ( o al menos a mi) las entrañas y otra la sordera generalizada, si, solo tenemos oídos para lo políticamente incorrecto, para los insultos, solo escuchamos a los sembradores de odio a los faltones profesionales, en todos los ámbitos en el de la política, en el futbol, la moda, las costumbres etc. y son ante los únicos que  deberíamos taparnos los oídos.

Porque el que diga algo, sea de izquierdas, de derechas, de  centro o apolítico, del Madrid, del Barsa o no le guste el futbol, etc. estoy seguro que tiene un punto de razón.

 

Le pido al 2019 una afonía, mejor, una mudez perpetúa para los insultadores y sembradores de odio. Para los demás una buena audición,  y en su defecto, unos buenos audífonos.

 

 

Feliz Navidad y un 2019 con un poquito de cordura y un muchito de empatía.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Hoy si es domingo, ayer no


      
 
       Me desperté a las cinco de la mañana, no me preocupó, como no me preocupa todos los cambios  desde  último mes en los biorritmos de sueño, comidas etc. (Quizás debería hacérmelo mirar viendo los últimos acontecimientos).

 Estoy intentado hacer en todo momento lo que me pide el cuerpo, olvidándome, de horarios  sean estos del tipo que sea. Así que como decía: 

Me levante encendí el ordenador y como cada domingo me dispuse a leer la columna dominical de Rosa Montero, me extraño que no estuviera colgada en el feis book, pero lo achaque que era muy temprano y como la periodista estaba inmersa en la promoción  de su nuevo libro, pues lo colgaría más tarde…

Me preparé otro café, hice mis ejercicios diarios ¿de?

Sí, me he inscrito en varias disciplinas en la escuela de adultos (muy adultos diría yo) no  desvelo cuales, por respeto a la intimidad de mis  profesores y compañeros  ya que ellos no son culpables de que haya conseguido plaza, bastante tienen con “sufrirme”.
También me apuntado a clases de guitarra, y tengo que decir que gracias a mi y en solo tres clases conmigo, he conseguido que mi profesor descubra su verdadera vocación  y renuncie a actividades que hasta el día de hoy él pensaba que le satisfacían;  abandona la  docencia definitivamente. Al hilo de estás clases: Algunos de mis  vecinos también han descubierto que este barrio no les  gusta y se mudan.
Continuo… consigo bajarme una aplicación al móvil – gracias a las clases en la escuela de adultos-  es un podómetro, que te calcula los pasos, los kilómetros que andas y las calorías que consumes. Estoy tan satisfecha de mi logro, que  me calzo mis zapatillas, obvio ,- no me voy a poner las del vecino que se ha mudado- pongo en marcha el artilugio y salgo a la calle,  cuando llevo como doscientos metros andados, -esto lo calculo a ojo de buen cubero- miro el móvil y satisfecha compruebo que he consumido una caloría, con lo que vario la ruta  y a buen paso me dirijo a la churrería, mientras espero mi turno, compruebo que he quemado tres calorías, hago un calculo rápido de lo que consumiré en el camino de regreso y  pido solo media docena de churros, debo ser estricta con la alimentación no voy a tirar por la borda todo el esfuerzo hecho hasta ahora.

Ya de camino a casa y con tres  de las calorías recuperadas (no vaya a ser que me dé una lipotimia) me interpela un viandante y me pide que le dé alguna vianda - no me he podido resistir al juego de palabras- para desayunar .Sin pensar demasiado en las consecuencias, le tiendo  la bolsa con las tres calorías, él muy impertinente arroja el envoltorio al suelo mientras masculla “pero que clase de mierda es esta”.

No entendí nada su actitud (me sucede con bastante frecuencia últimamente lo de no entender nada) pero como me considero una alumna aplicada me propuse resolver todas “las incógnitas” como si fuera una ecuación.

 Equis sería “Pero que clase de mierda es esta”  

“El viandante”( le asigne la letra Y) era en realidad, eso, un caminante, que estaba haciendo ejercicio una mañana de domingo para ponerse en forma y mis churros eran autentico veneno, para sus proyectos de ponerse cachas y  sus arterias.

 Y  no la primera impresión que a mi me había dado de  ser un “futuryonqui” que volvía a casa  después de una noche de sábado en la que había hecho un “intensivo” para  pasar a ser un licenciado  en la materia.

 En esas elucubraciones andaba yo, asignando a cada premisa una letra, a cada elemento un más o un menos, cambiándolos de lugar y volviéndolos a cambiar.

Resumiendo: había creado un teorema  novísimo y derivado de este mismo teorema, un problema del que los expertos tardarían siglos en resolver. Partiendo de lo que yo ya me creía  que eran auténticos axiomas.

Ya había llegado a casa, con cuatro o cinco calorías de menos y un tremendo dolor de cabeza, pero bastante contenta pues si con unas pocas clases había sido capaz de crear un Teorema nuevo,¿ que sería de la ciencia?  Cuando concluyera el curso.

 En esas estaba cuando conecté la radio y un locutor con un saludo,  me echo  por tierra mis axiomas y por lo tanto mi TEOREMA.

- Bienvenidos y buen sábado veinticuatro de noviembre.

domingo, 7 de octubre de 2018

Paseo matutino


He ganado peso y he perdido fondo…

Por consejo de un amigo, ese  mismo que se ha tragado todas mis “pájaras” en los últimos tiempos – gracias por no dejarme tirada- .Solo le falto decir: estoy hasta los huevos de en las marchas  hacer de coche escoba contigo. Así  que pon un poquito de tu  parte, rica.

       Ahora que vas a tener más tiempo, deberías caminar todos los días.
Así que sigo su consejo y…

Son las ocho y cuarto de la mañana, salgo de casa a pelo: es decir sin bajarme ninguna aplicación al  móvil, léase: podómetro, quema calorías, y otras similares,- tampoco sabría hacerlo sin mi “coche escoba”.

No llevo  las zapatillas último modelo, ni las camisetas especiales  que absorben el sudor, ni ninguna otra indumentaria de última generación. Mi equipamiento es, en el que todavía quepo, (menos mal que los pies no cambian de talla  y puedo calzarme unas deportivas del siglo pasado).
Una pequeña mochila con la cartera, la bolsa de la compra – por los olvidos de última hora- y el móvil esto último es importante, no vaya a ser que tenga un accidente “pierda el conocimiento” y no pueda llamar.
Con estos preámbulos, quiero señalar  la dicotomía que siempre me asalta, entre no quedarme a tras en cuanto “las modernidades,”pero no dejar que la “tecnología” se meta en mi vida de tal manera, que si un día me quedo sin “batería”  en el móvil o se va la luz  pueda seguir respirando.
Bajo andando, esto no es nuevo, suelo prescindir del ascensor, en realidad solo para  bajar, hay que coger fondo poco a poco y por si se va la luz, que todo hay que decirlo.

¿La duración? Una hora
¿El  itinerario?  Alterno, es decir unos días en dirección sur y otro norte, la realidad  es unos días dirección oeste y otro este, ¡ya me he vuelto hacer un lío!  La realidad real es: uno día dirección Madrid y otro dirección Guadalajara  y que se encargue el GPS (Gilipollas Pa que va a Ser) de calcular la ubicación exacta.
La idea, o sea – ya me salio la vena pija-  es ir subiendo el ritmo poco a poco y llegar cada día un poco más lejos en esos sesenta minutos. Y es ahora cuando aparece el dilema de verdad. 
 
 “El insólito peregrinaje de Harold Fry “¿y si me sucede lo mismo?  ¿Y si lo mió es un no parar?
En fin son las ocho y cuarto de la mañana, tengo que tomar una decisión:
¿Abandono el club de la lectura al que me he apuntado? ¿O cuelgo definitivamente las zapatillas?
 
Mientras me lo pienso, tomo la dirección de Guadalajara que es la que hoy toca.

 

 

 

 

 

 

sábado, 18 de agosto de 2018

Él que me busca, me encuentra , o no.


Búscame- si es que quieres encontrarme-  

 En  cualquier plaza pública.

También puedes buscarme en los parques.

Mira en las bibliotecas, quizás allí me encuentre.

 Acaso vagando por las calles.

 Tal vez  andurreando por los campos feraces* o yermos,

 ¿quién sabe? como son los campos   por donde vago.

 Puede ser que me halles en compañía de amigos echando unas risas o unas lagrimas.

Escuchando música a lo mejor me encuentras.
 

Cantando lo mismo estoy.
 
Si no me encuentras en ninguno de estos sitios, para la búsqueda.
 Me  he perdido y ni yo misma me encuentro.


*Esta palabra le encantaba a mi amigo Felisin

miércoles, 13 de junio de 2018

El espejo


Me miro al espejo:

 Contemplo el rostro, lleno de manchas y cicatrices infantiles, físicas  y mentales que con el paso del tiempo se han hecho  arrugas, en lunares que con el transcurrir de los años han pasado  a ser verrugas, y me gusta lo que veo.

 El cuello convertido en un autentico acordeón, como si  ya apenas se estirará para tomar  aire, y estuviera permanentemente cerrado y mudo, y también me  gusta.

Mi mirada desciende hacía los senos tan voluminosos como siempre, pero sin la turgencia juvenil, lo hace que se posen y reposen en el barreño tripudo que es hoy  mi barriga, lo que otrora fue una tabla de lavar y también me gusta.

El escrutinio  sigue  con  el pubis, ya casi como el de una muñeca,( cuando escribo esto me sonrío, pensando que al final tengo algo de “muñequita”) y me gusta.

Las piernas pobladas de varices, solo están exentas de esas venillas “las mataduras “ que quedan de la “marimacho” infantil que fui, y por supuesto que también me gustan.

Los pies que; capa a capa de dureza se han convertido en callo que me han hecho resistir y sobrevivir, y me  gusta.

Y me gusta lo que veo:  porque ese” deterioro” significa que he vivido, que no me he muerto todavía ,y cuando me llaman vieja, se mofan de mis perdidas de capacidades, de mis canas…

Me sonrío y me digo: tengo canas, porque tengo pelo, pierdo capacidades porque las tuve, y soy vieja, porque no me he muerto y esto último:

SI QUE ME GUSTA DE VERDAD!

 

 

 

 

martes, 5 de junio de 2018

Robos, plagios, de irses y devenirses





Ahora que esta al orden día, los robos y la respuesta cuando te acusan es - ý tu más o tu porque no puedes, si tuvieras ocasión lo harías....  y cuando hablo de hurtos me refiero tanto a lo tangible, como a lo no tangible, vivimos en una sociedad donde muy poco se valora el esfuerzo, tanto fisico como intelectual.Donde el insulto forma parte de la defensa ante la recriminación de un comportamiento" indecoroso" . No voy a llegar al extremo de  insultar al autor de texto al que se lo he robado, pero si decir que la culpa la tiene él por escribir algo que considero "mio".
 El texto en negrita es de un blog "amigo" y en cursiva es lo que yo he parido.






Salgo a dar un paseo. En realidad no tiene nada de particular que salga a dar un paseo: caminar, observar mientras paseo, reflexionar…, lo hago con frecuencia. Lo que sí es singular y quizá el motivo que me hace sondear pensamientos en lo que concierne al asunto de los “devenires”, es la hora en que decido pasear, más o menos el mediodía. Tampoco debería ser ésta una circunstancia que mereciera la atención que le estoy poniendo, pero sí, sí lo es, y me explico. Mi pequeña ciudad, más bien la ciudad en que habito desde hace muchos años, esta ciudad a la que me he adaptado de modo razonable, pero que nunca he estimado como elemento arraigado firmemente a mi identidad (sé que cualquier otra ciudad y en cualquier momento podría serlo de manera instantánea, pero ésta no), mi ciudad como decía, es una ciudad que aglutina una buena porción de historia e incluso de méritos en su haber, aunque no por ello deja de ser una ciudad común, mundana, idéntica a cualquier otra pequeña ciudad, una ciudad en que a lo largo de las distintas franjas horarias del día, se ve desfilar por sus calles toda una muestra de la población que acoge, esa mayoritaria población con la que yo, en circunstancias normales, no coincidiría pero hoy sí lo he hecho, lo acabo de hacer…
A pesar de que aquel tiempo en que vine a dar con mi humanidad a esta ciudad se ha quedado muy atrás, ha devenido permítaseme que diga, a pesar de que entonces sintiese la necesidad de acotar los límites impuestos por este espacio en que convivimos más de doscientas mil personas, de mi ansiedad por averiguar la realidad y entresijos del entorno que por novedoso me incumbía, y de que en la actualidad ese entorno lo tenga conocido o casi conocido hasta la saciedad, incluyendo sentido del tráfico de las calles principales, ubicación de las barriadas tradicionales… A pesar de estos y otros muchos elementos y situaciones que no viene al caso pormenorizar, de que a priori ya nada de aquí alcance la capacidad de conmoverme como aconteció en otros momentos, sí ocurre para mi admiración (no sé si admiración es la palabra adecuada para definir lo que a continuación relato) que siento removérseme las emociones embutidas en cierto sayo de nostalgia, o quizá de vacío existencial, o quizá de tiempo perdido que diría aquél, o quizá de repentino estado introspectivo, que de pronto hace saberme un náufrago en este devenir de gentes que me rodea, gente con la que me cruzo, desconocida toda, pero toda identificable, cortada por un mismo patrón, el de sus particulares devenires, el del tiempo que los ha sobrepasado a la mayoría internándolos en la ancianidad, y es que a esta hora de la mañana, mediodía como decía antes, casi todo este itinerario que voy completando en mi paseo está morado por gente anciana. No me veo como ellos, tengo sesenta años, pero no me veo como ellos, es decir, con lo que muchos de ellos transmiten: enfermedades, tragedias personales, ociosidad de gente que en apariencia lo tiene todo hecho en la vida y que en algunos o muchos casos (es lo que me transmiten sus aspectos, insisto) dichos logros o no logros les vienen anchos, o por afinar, les viene como la ropa que un día constituyó la moda y fue de su talla pero ahora no. Sí, me digo pensando con cierta crueldad, sé que juzgando a la ligera, es como si estuviesen amortizados y deambulasen cual zombis que no saben a dónde van y por qué. Decía un poco más arriba que no me veo como la mayoría de esta mayoría de gente mayor, y muy mayor, gozo de excelente salud, no tengo achaques visibles o reconocibles de momento, me considero una persona razonablemente afortunada en lo familiar, hago deporte, procuro cultivar mi intelecto de diversas maneras y encima mantengo, creo que de modo bastante saludable, la capacidad de plasmar en un papel mis experiencias como observador. Y justo aquí encuentro la clave de este primer devenir que juega con la introspección pero carece de empatía, porque bien mirado, quizá me esté quedando atrás, quizá mi estar donde estoy se corresponda con una especie de destiempo. Es una sensación extraña la de esta mañana de paseo, pero de pronto me da por razonar en que algunos (o muchos) somos inconscientes de que nuestro tiempo transcurre sin detenerse, de que en él no existen los rodeos o las pausas, y que con el tiempo, nuestro tiempo, las personas y el entorno que las acompaña deviene; no puede ser de otro modo. Y que por ello, los allegados y los menos próximos, los apenas conocidos pero cuyas caras nos han resultado siempre familiares y si se me apura contribuyentes a nuestra constatación como individuos de un tiempo, todas esas personas comienzan a difuminarse, a dejarnos solos aunque muchas sean sustituidas por otras hasta que, y aquí llega la tragedia de este pequeño devenir, de pronto ya no somos capaces de reconocer a nadie que podamos constatar como perteneciente a nuestra generación. Es entonces cuando deberíamos decidir que, bien mirado, hemos tenido suerte, porque continuamos aquí, con los pies sobre la tierra, respirando, viviendo, siendo un ser consciente, con identidad, con entidad… Y por eso… No, ahora mismo, aquí, en este espacio y este lugar en que me hallo, en esta hora no conozco a nadie, quienes me rodean, todos, me son ajenos, o yo soy ajeno a este momento, quizá a este devenir de la jornada que todavía no me concierne, que he osado profanar. Corro a protegerme en casa, no sé si de regreso al espacio y el tiempo que me corresponde, deseando recuperar el devenir perdido de manera inopinada.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Perlitas o zurullos como árboles


Van soltando “perlitas” y no diré zurullos como árboles, no vaya a ser que me pongan una multa. Porque estarán de acuerdo conmigo que ellos pueden decir y proponer “barbaridades” “desatinos” “injusticias” y todo lo que se les ponga a “tiro” y nunca mejor dicho lo de a tiro, y a nosotros que no se nos ocurra abrir la boca, que en fin…

Perlita número uno: hay que retrasar la edad de jubilación… y además te haces un plan de pensiones y además… y además “pones el culo por candelero” esto último no sé muy bien que significa e incluso si es políticamente correcto, pero es un dicho que se decía cuando era niña y me gusta su sonoridad

Contrapropuesta a la perlita número uno: Devolvéis la pasta que habéis afanado hasta el último duro ( otro arcaísmo) , cuando esto suceda, pa  mi que  la “hucha de las pensiones” esta casi a reventar , ( no lo puedo evitar soy de naturaleza optimista), por que lo vais a devolver ¿ verdad?.

 Si esto no fuera suficiente lo de devolver lo robado me refiero, la pasta que se ha pagado con el rescate a los bancos( “por mi los podían seguir teniendo secuestrados  para los restos) pues ese dinero que regrese de donde nunca debió salir.

En el hipotético caso de que todo esto no fuera suficiente, mi penúltima propuesta:

Si se retrasa la edad de jubilación que sea para todos por igual, si sé que esto último es bastante injusto, pues no es lo mismo los que llevan cuarenta o cincuenta años con trabajos penosos ( cual no lo es) que los que llevan la misma cantidad de años tocándose las partes pudentas , y haciéndonos el amor a los de los trabajos penosos ( me ha quedao fino ¿ a que si?.

 Y aclaro por si no ha quedado claro:

 LA MISMA CUANTÍA EN LA PENSÍON PARA TODOS.

 

Este escrito, para que veáis que yo también se soltar “perlitas”

 

 

 

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domingo, 4 de febrero de 2018

Bendito insomnio, malditas rodillas.

 

La segunda vuelta en el “sobre” es la que le hace encender la lámpara de noche…mira el reloj de pulsera, son las cinco de la mañana, de un enero frío de dos mil dieciocho, frío  como corresponde a un enero en el hemisferio norte.

Volvamos al principio: Despertarse a esas horas- piensa: puede ser un síntoma de insomnio, insomnio que  puede ser lógico por la edad, o quizás por alguna enfermedad… pero como no esta dispuesta a que ningún pensamiento negativo le quite el sueño… le da la vuelta a esa idea. Es toda una experta en dar la vuelta a las cosas negativas, si no, como hubiera sobrevivido y vivido relativamente feliz a una vida llena de sin sabores, eso y la ironía han sido su “salvación”.Decide que es estupendo tener tres horas para si misma, antes de comenzar la jornada laboral. Leer, escribir, escribir, leer, son las cosas que mas le gusta hacer a solas

No piensen que estas ideas le han venido mientras sigue acurrucada o se despereza en el lecho, ¡que va,! ha puesto la cafetera al fuego, ha orinado, se ha lavado el rostro en el aguamanil, ha reflexionado sobre el vocabulario arcaico y en desuso que le gusta tanto.  Ha conectado el móvil, ha leído o mejor intentado descifrar los intempestivos guasap  de anoche, todavía tendrá que hacerse con una piedra Roseta para entender los emoticones- de los coj….Ha abierto el correo electrónico, tropecientos mail pidiéndome que firme para que las mujeres tengan el mismo salario que los hombres-( cuidado como se piden  las cosas, algún listo pretenderá bajar el salario a los hombres para así igualar)- no me he podido resistir a la ironía-
 Aquí piensa que tiene una pesadilla y que ha vuelto al siglo pasado. No, no se ha quedado traspuesta.,eso es lo que le indican las rodillas, cuando sentada delante del ordenador, estas – las rodillas- le empiezan a martirizar, no podrá estar mucho tiempo más sentada, no podrá escribir y leer sobre vocabulario obsoleto, no tendrá más remedio que tomarse un optalidon, para cuando los efectos de la gragea  se hagan notar, meterse en la ducha y murmurar :
bendito insomnio, malditas rodillas.