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domingo, 29 de junio de 2025

Cara de perro apaleado

 

“Cara de perro apaleado”

 

Coincido en el ascensor con  una vecina y su perro. Un can enorme de cara triste, asustadizo, comento a la chica que ha debido ser un perro maltratado, ella asiente y cuando voy a acariciarlo, me dice que mejor no lo haga, para él supone un sufrimiento cualquier tipo de acercamiento con desconocidos y añade que espera que poco a poco  vaya superando esos miedos. Solo me atrevo a dedicarle   unas cuantas palabras cariñosas, mientras el can me mira de reojo, rehuyendo todo contacto, incluso el visual.

El paseo matutino empieza con un regusto agrio, ¡ Que le habrán hecho al pobre perro!.

En el parque más cercano a mi casa, coincido con otro vecino, este no tiene un perro, tiene tres, cuando me aproximo a saludarlo, por orden se me acercan para olerme, los perros se entiende, y cuando me tienen identificada, celosones ellos se disputan mis caricias. El regusto agrio con el que comencé el paseo se transforma en una dulce sensación, tanta, que le pregunto al vecino si el come calabacín, cuando me responde afirmativamente, abro mi mochila y le regalo un calabacín que a la vez me regaló un amigo que tiene un huerto.

M… se quedó ojiplático, (pero el  bien que se guardó el calabacín) y yo voy aumentando mi fama de mujer estrafalaria. Así que, si me veis paseando con mi mochila, no me preguntéis, que llevo en ella. Sed buenos, porque de mi mochila puedo sacar cualquier cosa, un calabacín o una retahíla de palabras o en el peor de los casos una porra con que atizaros en la mollera.

Aquí van un montón de fotos en un paseo en un día normal, y todo lo voy guardando en mi retina, me temo que más veces voy a tener que sacar palabras y porras de la mochila, que calabacines.

 






3 comentarios:

  1. Cuando puedas, "reportera", pásate con la porra y/o con el calabacín por la junta de distrito y le dices al concejal que tienes un amigo, que dice conocer a uno, que dice que un día, a las seis de la mañana no vinieron a despertarlo los del servicios de limpieza viaria, como sucede hanitualmente, porque se le había parado el reloj a la encargada y acudió a su puesto de trabajo a las ocho, hora por cierto en que, según las ordenanzas, ya se puede utilizar maquinaria ruidosa, aunque... Casi mejor no digas nada, regalalés el calabacín, que a ese que te digo que dice conocer a uno..., el concejal de Medio ambiente ya le vino a decir... ¡Te jodes!
    Feliz verano. Ese que digo y yo nos hemos largado del barrio pir tiempo indefinido. ¡Viva el ambiente entero! Nada de medio.
    EJ

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