Mis análisis

El azúcar bajo, el colesterol, alto, los triglicéridos por las nubes. Mi médico dice, que los resultados son,  lo que  merezco.

Primero, tengo que decir, que no me fió, mucho del laboratorio, o digamos que no me parece adecuado, “el método” para analizar mi sangre.

Que la derecha vote a la derecha, es lo lógico y normal. Que en muchas candidaturas, vayan delincuentes confesos, -confesos no-, probados si, No es lógico pero sí normal.

Votantes, que en comidas anteriores ( perdón comicios) dieron su apoyo al Partido Socialista Obrero. Al comprobar, que estos sólo han ejercido de partido, pero en ningún caso, de Socialista, ni de Obrero.

Las reformas de las pensiones, las reformas laborales, las reformas etc. ¡ Que vergüenza!

Cada vez que hablan de reformas, siento como si en mi casa, cada vez que se hace una, se estrecharán  los muros, en vez de mejorar la habitabilidad.

Partido, que no  solo no se ha mantenido lejos del cerdo, Banca, fondo monetario internacional etc. si no que en muchas  ocasiones se  ha embutido con él.

No han tenido, las agallas, ( con lo sanísimo que es el pescado) de poner freno, y cortar el grifo. A las grandes empresas,  cuando empezaron a  “ejecutar” ERES. A los bancos, cuando lo que han estado y siguen haciendo es  usura, por no decir que están robando descaradamente. A la iglesia católica, que se mete dónde no le llaman, a esta más les valdría empezar ha hacer una limpieza general en su propia casa,  que tiene mierda acumulada desde hace siglos.

En fin, que el pescado ni probarlo.

He hecho ejercicio, me he apretado el cinturón, me he mantenido alejada del cerdo, es más al “chorizo” ni mirarlo. Por último “tomo” el Sol en la Puerta, desde hace unas semanas, para evitar el raquitismo.

Sinceramente, no creo merecer, estos resultados.

 

Tengo dudas

Tengo dudas, no sé como expresar lo que siento. Lo más práctico, es que comience por el principio.

Había ido hacer una gestión, previamente, había hecho mís ejercicios de yoga y mentalización para ir relajada, pero también, acopio de armas  para la lucha que con toda certeza, surgiría, amen de un montón de documentación “ de por sí acaso”.

Me acerque a la exventanilla ( ya prácticamente han desaparecido) ahora lo han sustituido por uno mostradores y mesas de información. Cuando el administrativo, me indica el formulario, que debía rellenar, siempre faltaba algo, cuando no era la póliza, (mejor la expoliza como las ventanillas han desaparecido,) era el certificado, la autentificación, la compulsión, o cualquier otro papelajo que acabe en ión, o en ado.

Me arme de paciencia, no blasfeme, pero torcí el hocico, no la boca, si no el hocico de hiena, que pongo cuando, algo me incomoda o directamente me jode y sé, que es el principio de otros incómodos o jodiendas.

Me fui a otro mostrador libre, para descifrar e intentar rellanar el impreso.

Apenas había empezado, cuando me dijo:

-         Si  té molesto me callo, pero  si me lo permites te ayudo.

Me gire para averiguar, de donde salía esa voz, de actor de doblaje. No era guapo pero tampoco feo. En el primer “escáner” que hice, no fui capaz de asignarle a ninguna tribu, ni a ningún prototipo de hombre, de los que tengo en mi disco duro.

-         Hombre, para poner mi nombre, y dirección creo que todavía llego.

Nada más decirlo, me arrepentí, por el tono, y porque, daba por acaba la conversación. Le volví a mirar, y me sonrió con la mirada. Hasta  ese momento, la expresión un poco o un mucho literaria, no la había entendido, se puede sonreír con parte de la cara, con la boca, con los ojos, pero con la mirada eso “era” una chorrada. Menos la mirada, el rostro lo tenía como si se hubiera, inyectado una dosis letal de botox.

-         Vamos hacer una cosa, yo sigo poniendo mis datos, si tengo alguna duda, te pregunto, ¿te parece bien?.

-         De acuerdo, pero me permites, que te señale, los errores.

-         Ya veremos, si cometo errores.

-         ¡Te pille! Ahí, deberías poner pendolista.

Si, me estaba insultando, desde luego que era un maestro, me sentía halagada. Respondí  a la gallega

-         ¿ Y tu que entiendes por eso?

No, me atreví a reconocer, que no sabía lo que significaba, ni lo que imaginaba, que podía significar.

-         Yo interpreto, que actual, es ahora mismo, y con esa caligrafía, nadie puede decir, que no lo seas, además esto no lo leen casi nunca, y si alguien lo hace, que se ría un poco o que aprenda.

Estaba hipnotizada, me arriesgue, y en la casilla, ocupación actual, plante pendolista. En ese momento paso por nuestro lado, el administrativo, mire el reloj, era la una. Pregunta, obvia, ¿ a qué hora cerráis?

-         Ya hemos cerrado.

 No me dio tiempo a poner hociquitos, me toco suavemente en el brazo.

-         Mira ya no tiene remedio, si te parece acabamos con esto. Mañana yo estaré aquí de nueve a una y medía, y lo puedes presentar.

-         En edad,  depende.

-         ¿Cómo?

-         Depende del día, y de la hora: Por ejemplo, cuando has entrado en esta oficina, tu actitud correspondía a una cuarentona, segura de si misma y preparada para exigir. Después has pasado por distintas, fases,  la niñez, la adolescencia, la veintena, eso en unos minutos.

Edad, puse depende.

-         En sexo, si fuera mi formulario, pondría escaso, pero de calidad, pero tú pon lo que quieras, menos mujer.

Esta vez no le hice caso, con letras microscópicas escribí, y a vosotros que os importa.

Estaba ansiosa por  llegar a la casilla de Estado Civil, para ver por dónde salía mi actor.

El muy cuco, me dijo, no tengo sugerencias, pero yo te veo como muy acrata, pondría sin Estado.

Firmé el impreso, muy despacio lo guarde en el bolso, para dar tiempo a “mi galán” a que se lanzará. Lo único que me dijo fue. ¿Entonces nos vemos mañana? Asentí con la cabeza.

Cuando abandonaba el establecimiento,- por primera vez en mi vida- ,con una sonrisa y satisfecha, miré de refilón, y me di cuenta que lo que llevaba colgado al cuello, no era un teléfono móvil, si no una credencial. Ya en la calle fui consciente de que estamos a  19 de mayo, que estaban arreglando el socavón, de hace tres años, y que dentro de tres días, hay elecciones. Tengo dudas, pues no sé si quieren hacerme el amor o joderme.

19 de mayo del 2011

UNAS TONTERÍAS

Llevo una temporada larga, obsesionada con el significado, de las palabras, y con las distintas acepciones de ellas ( esto último lo he buscado en el diccionario) ya que no tenía muy claro, si cuando usaba- acepción- tenía el sentido que yo le quería dar.

Tengo que hacer una incisión, perdón un inciso. Me gusta o mejor me divierte una columna que escribe, los viernes, en un periódico de tirada nacional,  no diré su nombre, ya que me puede demandar ( no sé porque, pero si, por si acaso. Daré algunas pistas tiene un nombre compuesto, el segundo es Pepe, y su apellido significa medida inglesa de longitud en plural. Este escritor, le gusta jugar con las palabras, con las letras, y  bajo mi punto de vista, es bastante surrealista, la mayoría de las veces, parte de un hecho aparentemente absurdo, e “ irreal”, para después de unas conexiones, un tanto raras, hablar, de lo que realmente quiere, y casi siempre haciendo una incisión ( aquí podría buscar un sinónimo pero quiero jugar con la redundancia) más en la llaga.

Esto me sucedió un viernes, antes de leer la columna antes mencionada.

Una de las palabras, que voy a meter es Examinar. 

Como todo el mundo, me he examinado muchas veces, en el colegio, también en alguna oposición. Estos exámenes unas veces eran orales, otras escritos e incluso prácticos.

 Pasar un examen médico, siempre había interpretado  que era más, un examen “mudo”, como más pasivo, vamos que no tenía que estudiar antes, ya que me iban a preguntar sobre cosas que sabía de sobra. El aprobado, iba a ser general y el que tenía que curárselo, perdón currarselo era el profesor.

Hay muchas coincidencias entre un examen médico, y uno de los otros, por ejemplo: tienes que llevar tu identificación personal, ( todo el mundo a tenido la tentación, que alguien le sustituyera, en ese, tan difícil. Puedes llevar apuntes, para repasar antes, pero nunca dentro.

En este examen tuve la suerte que no se fijaran en el carnet- perdí la oportunidad de que  alguien se  presentará por mí- ni tampoco en mi( lo note, cuando me dijeron, que me quitara los pantalones y las bragas, ya sabía yo que se me olvidaba algo. Ese día si me puse bragas, pero no pantalones (llevaba un bonito vestido mini faldero).

 Cuando fui consciente de que no tenía dos  significados, sino uno solo, fue cuando empezó la  batería de preguntas, sobre un trabajo que ya había entregado – y el “profesor” debía de tener en sus archivos y que por supuesto no tenía en mi poder, por que lo había entregado en tiempo y hora.

Tengo más palabras, que me producen, curiosidad, confusión. Las dejare para otra ocasión, y seguiré los consejos de un buen amigo,de que los textos del blog no sean excesivamente largos, para no aburrir al personal.

Continuará ¿ o no?

Laberinto

El Laberinto