Vistas de página en total

jueves, 4 de agosto de 2022

Borra, borra

Todos los días mientras hago mi cama; con su colchón “flex”, su sabana bajera ajustable,  fácilmente estirada, saco  un embozo perfectamente recto con la sabana de arriba, coloco la almohada a la que no tengo siquiera que  sacudir  para que quede  perfectamente alineada con el embozo, extiendo el edredón, y la cama queda “en perfecto estado de revista”. Esta frase tan castrense me viene al pelo para señalar que otrora,   los hombres unicamente cuando estaban en el ejercito  hacían la cama..Si, ya me salió la vena feminista", pero que le voy hacer, a una servidora "le han hecho tantas veces la cama" y ha hecho tantas camas, que al menor descuido y con estos calores más, rezumo feminismo por todos los poros de mi piel.

Decía al principio de este escrito: "mientras hago mi cama..., (tarea por otro lado  me debe ocupar un par de minutos) Recuerdo :  los colchones de borra y  las almohadas del mismo material, de las sabanas de retor moreno, de las mantas  y de las colchas, cuando las había, y el esfuerzo y tiempo que llevaba hacer una cama. Con lo anteriormente escrito quiero decir que valoro sobremanera todos los  adelantos que nos facilitan  las tareas cotidianas – hoy incluso  un poco más,  tengo un  poquito de lumbago- y no quiero ni imaginar el suplicio que sería el golpear, dar la vuelta y ahuecar ese colchon de borra.

¿Por dónde voy a tirar ahora? Ni yo misma lo sé,  o bueno si lo sé lo que no sé es como ligar estos asuntos y no quede como siempre un escrito totalmente deslavazado a la vez que caotico. ¡Venga! lo voy a intentar.

Hace unos días quedé con una amigas, las tres somos de la misma  quinta( ¡vaya  de nuevo un simil  castrense, me lo voy a tener que hacer mirar). Celebrábamos nuestros  respectivos cumpleaños y la tan ansiada jubilación.  Nos estabamos poniendo al día de como nos marcha la vida, a la vez que nos sentabamos en una terraza, habiendo preguntado  y pedido permiso previamente  al camarero para hacerlo. La atención que nos brindo "el mesero" podríamos decir que fue un poco desganada y un mucho condescendiente. Esto dío pie a que abrieramos junto con la conversación "la caja de Pandora".

- Lo mismo son  imaginaciones o percepciones mías, pero siento como en el día a día cada  vez no lo ponen más díficil, tenemos que estar continuamente pendiente de que no nos la cuelen, que no nos roben para hablar claro y que se entienda, ya sea en el banco, las compañias electricas, las de telefonía, las aseguradoras y un largo etcétera. Cuando hemos aprendido a descifrar la factura de la luz,( esto solo es un ejemplo) no la cambían, y tenemos que andar buscando otra piedra "Roseta" para ver si somos capaces de descifrar el enigma. Hacen que nos sintamos tontas, torpes, si nos la cuelan es por nuestra ineptitud e incapacidad para adaptarnos a los tiempos modernos, y cuando se nos ocurre pedir explicaciones y o ayuda, de nuevo las maneras condescendientes, que te dan ganas de mandar a la mierda a mas de uno. Esto es lo que decia mi amiga.

Nosotras dos asentiamos a la vez que cambiamos de tercio y M. me pregunto porque ya no escribía, a lo que le conteste:

Estoy harta de quejarme todo el día de los "atropellos" de los que soy victima. Y por otro lado, también me da mucha pereza seguir los consejos de mis amigos que me leen: - Pura repasa lo que escribes, corrige la puntuación y faltas de ortografía, borra, no te canses de borrar, y volver a escribir.

La verdad es que estoy muy cómoda con mi colchón, volver al de borra lo veo como un atraso. Y por otro lado en la " caja de Pandora" aún queda la esperanza en forma de foto con la que me topo cada día.  Me voy a dedicar a buscar "la piedra Roseta" que me ayude a entender  las instantaneas con las que me encuentro a diario en mis paseos, y no intentar descifrar los enigmas de Ali Ba Ba y los cuarenta ladrones.