He perdido un poco la magia y la ilusión o simplemente estoy mayor.
Para mi la noche de Reyes siempre ha sido mágica y a pesar de mis
muchos años he seguido con esa ilusión intacta, hasta este año.
Hago un poco de historia y explico el porque de mi perdida de ilusión.
La época de mi buen comportamiento anual desde muy niña,
empezaba con el sonsonete de los niños de San Ildefonso de
veinticinco mil pesetaaaas ( ya ha llovido) y terminaba mi buena
conducta la mañana del seis de enero una vez abierto los reyes. A los
más jóvenes esta última expresión aparte de arcaica les sonará rara,
ahora a los reyes se les llama regalos. Una vez recibidos los reyes no
hacia falta seguir portándome bien. Tenia todo el mes de diciembre
siguiente para enmendar la plana y lavar un poco mi imagen, cara a
los Magos de Oriente. El encabezamiento de este escrito decía que
he perdido la magia, y ahora es el momento idóneo para aclarar el
porque.
Hace unos días recibí una misiva de los Reyes de Oriente, me decían
que eran conocedores de mi comportamiento excepcionalmente
bueno, sobretodo en los últimos días, por lo que ellos iban a
corresponder igualmente bien, e iban a ser muy generosos conmigo.
Se pueden imaginar ustedes lo contenta que me puse pues solo
quedaban pocos días, para recibir “mi recompensa” por mi
“buenismo”, pero mi alegría duro hasta que llegue al punto y aparte de
esa carta, donde me decían que debido al confinamiento de alguno de
sus pajes les sería imposible dejarme “los reyes” la noche del cinco e
incluso ni el día seis, que mis obsequios serían entregados como muy
pronto el día 7
A partir de ese punto, me puse a elucubrar. Por una parte como la
niña que sigo siendo. ¿Hasta cuando debía seguir siendo buena? ¿
hasta el día siete? ¿ y si decidían retardar la entrega para prolongar
indefinidamente mi buen comportamiento?. ¡Menudo panorama!
Los pensamientos de mujer mayor fueron más negativos y espero que
nunca lleguen a oídos de sus Majestades. Y como no quiero ni
imaginar lo que pasaría con mis reyes futuros, acabo de borrar los
cuatro párrafos que tenía escritos como mujer mayor.
¡Sed buenos ! Y los Magos de Oriente y Occidente serán
buenos también.