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sábado, 28 de marzo de 2020

Aclarar la mirada

 
 
 
 
 

 
Panorámica magnifica y hermosa.
 
 








Es  igual que la foto de arriba.












Separan ambas instantaneas, pocos minutos,un cristal  y, el estado de animo del fotografo.
 Me sentí fatal, cuando dije: no puede haber un panorama más bonito, ¡ Madre mia! con "el panorama" que tenemos como puedo decir que esto es hermoso.
Espero que pronto,( aunque ya sea tarde para demasiados) recobremos la belleza  y nitidez de la foto de arriba. Y no se nos vuelva a empañar la mirada como en la foto de abajo.



  

viernes, 27 de marzo de 2020

Maestros




Esto lo escribí en  2011. Sin mas comentarios...



A los maestros,  profesores, educadores  y similares.
Parecéis tontos. Si, no lo sois, pero lo parecéis.
Empezaré por la última. La “perlita” que ha soltado, tanto Lucía Figar, como la Esperanza, (cuando, perderemos la esperanza de una vez). De que es una huelga política, pues claro que lo es. Unas protestas derivadas de la política educativa que ellas han  generado.
Ahora iré al principio. Os tacharon de vagos. Insulta, que aunque sea mentira algo queda.
Más tarde que no os preocupan los alumnos, que sólo la pasta. Bueno, han dicho unas cosas de vosotros. Que es para mandarlas lejos, no de Madrid, sino del mundo.
Y vosotros ¿qué habéis hecho?.
Callaros, desmentir lo que claramente eran insultos y mentiras.
Yo en mi ignorancia y sabiendo que esto sólo la van a leer, un puñado de personas. Os sugiero, dos cosas.
O bien una huelga de celo, o bien una huelga a la japonesa.
La primera, sé que os tendrías que cambiar de profesión, y de cabeza para que la hicierais.
Me imagino, y esto ya es una fantasía mía. Cumpliendo estrictamente, el horario. Significaría que eso de preparar las clases en casa, nada de nada, corregir exámenes, en casa tampoco. Que hay que dar el tema que a los alumnos les resulta complicado, pues que se busquen la vida ellos.
 Siempre os quedará, lo de abrir el libro por la página treinta y tres, mañana examen, hasta esa página entra.
-Lo siento pero acabo de dar las 22 horas de clase, en mi despacho no puedo atender a nadie más, ya que tengo  lista de espera  hasta las olimpiadas del 2012.
Descartada mi fantasía, ya que os tendrían que parir de nuevo.
Vamos con la japonesa.
 Si hubiera una manera de hacerles llegar, por escrito, o de una manera física todo el trabajo que realizáis, fuera del cole y del horario. Sería la leche.
Ejemplo: Doy clase de física, me preparo la clase del día siguiente una hora, además preparo un trabajo, que tendrán que realizar los alumnos otra hora. Corregir ni sé sabe las horas, atender a los alumnos y padres, fuera de las horas lectivas otras tantas.
Que de eso les llegará una copia, de cada uno de vosotros, a las autoridades “incompetentes”. Ya me lo estoy imaginando... todos los ordenadores bloqueados.
¿Y si fuera en papel? Algún bosque, se esquilmaría, como decidáis reflejar  en papel todo vuestro trabajo.
Esto último tengo la certeza, de que no lo haréis, porque habéis demostrado sobradamente, que os preocupa el futuro,  trabajáis y mucho  para que este sea mejor. Aunque a veces parezcáis tontos.







sábado, 21 de marzo de 2020

En el balneario.

 

Esto lo publiqué en abril de 2011, cuando acontecieron los hechos narrados.
 Ahora lo publico de nuevo, para que os echéis  unas risas.

A esos lugares no se debe ir sólo.

Los Reyes Magos, me habían regalado un circuito (Diamante) en un Spa. El regalo incluía  un masaje.
Como ninguna persona con las que había hablado, pudo acompañarme, y el bono estaba  apunto de caducar; tres meses después de la Epifanía por fin  marché a disfrutar  mi regalo.
El Domingo a las diez de la mañana me presente en el lugar.
En la recepción me preguntaron si era mi primera vez, respuesta afirmativa por mi parte.
Me indican un vestuario, para que me ponga el bañador. Salgo del habitáculo  con mi bañador puesto. El chico que me está guiando en mi recorrido ( no es cubano) primer engaño, aquí no voy a relataros las leyendas urbanas y rurales que hay sobre los masajes y los masajistas.
Me indica que voy hacer un primer recorrido, para activar la circulación, el recorrido son unos cuatro metros más o menos con el suelo de cantos rodados, en ambos laterales unos aspersores con agua fría, me obliga  a repetirlo dos veces, ya que según él,  lo hago demasiado deprisa.
Segundo paso, me introduce en una sala, con ¡un calor que te pasas! parecía una sauna, quince minutitos, todo lo dice en diminutivo, aún no sabía   porque, aunque más tarde lo comprendería..
Me obliga a ducharme, lo que llamó una ducha escocesa, por un momento creí que me habían regalado un curso de idioma, que si escocés, que si finlandes...
Después de eso, a otra sala donde también parecía una sauna del calor que hacía, otro cuartito de hora, y una ducha más, a esas alturas, ya no sabía de que nacionalidad era la ducha, ni yo misma. Por fin la piscina, (el no cubano,) me explica en que consiste, me dice palabras soeces, como abductores, gemelos, pectorales, escápulas y otras que no es que no me atreva a repetirlas, es que no me acuerdo.
La piscina estuvo bien, aunque no se puede nadar. ¡Para eso me estoy gastando el dinero en los cursillos de natación  a los que acudo dos veces por semanas.
Después  de asegurarme, era la  última ducha, el chico me  explica que; me va a realizar el masaje, me interroga sobre el tipo de masaje que deseo, menos mal que esto ya era en castellano.
Por dármelas de mujer moderna y entrenada, eligo  el deportivo. Tras lo cual me introduce en una sala, esta ya, a una temperatura soportable. Me dice que espere, que enseguida vuelve, a la vez que me entrega  un paquetito e indica que cambie el bañador por lo del paquetito y , me tumbe en la camilla que enseguida vuelve.
Abro el  paquete y  despliego su contenido para ver de que se trata, le dio una vuelta,  vuelvo a girarlo. Nada que no me aclaro. Después de la enésima vuelta. Por las dos "cazuelas" y las  tiritas, deduzco que se trata de un sujetador. No creaís que me resulto nada fácil ponérmelo. Lo conseguí, justo cuando el masajista llamo  a la puerta y preguntó si podía pasar. Le dí mi beneplácito a la vez que colocada frente a él, pregunté: ¿ Esto es un sujetador?
¿Sabéis' lo que me contesto ¡El muy  descarado!
No,  señora no es un sujetador, es un tanguita.
El no se pudo reir abiertamente, ya que yo estaba delante, y yo tampoco pues aún no había la suficiente intimidad entre nosotros.
Lo que si pensé una vez abandonado "el balneario" es: a esos sitios se debe ir acompañado de alguien de confianza,  para poder echarte unas risas
 









lunes, 16 de marzo de 2020

¡Cuidado! a quien le abrimos la puerta puede ser peligroso.



 
Es posible que cuando cuente lo que me acaba de suceder, más de uno piense que es fruto de mi imaginación calenturienta, y que la reclusión ya ha empezado a afectar a mis meninges, pero...
Me he despertado a la hora habitual en este primer día de confinamiento. Y siguiendo las directrices y consejos de las autoridades, y expertos sanitarios, es decir; mantener las rutinas habituales dentro de lo posible, y por supuesto siguiendo las normas que conlleva el estado de alarma que se decreto ayer. Por eso antes incluso de encender el móvil. Aquí tengo que decir que: he optado por apagarlo cuando me voy a dormir. Porque esta batalla que se esta librando, por ver quien es el primero, que saca un chiste, (algunos realmente muy ingeniosos). Inventa o reenvía un bulo y, éste se hace viral (como si no tuviéramos bastante con el CODVI 19). O se difunde por todo el orbe, cualquier gesto o consigna solidaria con los muchos colectivos, que están  trabajando para menguar y parar esta plaga. Este chorreo de Wasap, me agota, a mí a la vez que a la batería del teléfono.
Esto que voy a decir ahora, no iba aquí, pero las circunstancias me obligan.
¡No me mandéis más enlaces! para: ver películas, museos, juegos de mesa, leer libros y, cientos de actividades, para no agobiarme en casa. Los que me agobiáis sois vosotros. No me llega el cuerpo para, ver, leer y hacer todas esas actividades Y que os quede claro que tampoco voy hacer limpieza general en casa, aunque le haga mucha falta.
Dicho esto, continúo... Veremos si el pitido del móvil me permite contar lo que me sucedió esta mañana, me tiene los nervios rotos ese sonido. Claro que también podría apagarlo…
A lo que iba. Lo primero que hago nada más levantarme es: lavarme las manos, antes y después de hacer pis. Dar por sentado que de la forma y manera que se nos está aconsejando. De vez en cuando conecto la radio y el televisor siempre luego de encender el móvil y ver que mientras dormía, han entrado 183 mensajes y eso que solo estoy en cuatro grupos de Whaptsapp. La radio y la televisión la enciendo además de para estar entretenida por si ya puedo, cepillarme los dientes y ducharme. Sinceramente creo que ya me va haciendo falta, y digo más. Si en el transcurso de la jornada de hoy, no nos dan directrices sobre este asunto, me saltaré a la torera  el estado de alarma y, me ducharé, lavaré el pelo y cepillaré los dientes. Puestos a saltarnos las normas, me las salto todas y como me sienta un poco más “rebelde” de lo normal; me corto uñas de pies y manos. Una es obediente pero hasta cierto punto.
Siguiendo con la rutina aconsejada, estaba preparándome café, (previamente me he vuelto a lavar las manos) cuando han llamado a mi puerta, Por la hora y siendo domingo, creí que se trataba de Testigos de Jehová. En los pocos segundos que he tardado en poner el ojo en la mirilla y preguntar ¿Quién es?. He tenido toda clase de pensamientos negativos hacía ellos, los testigos me refiero, del tipo: que pesaos, que insolidarios, no se enteran de nada...
No, no eran ellos. Se trataba del vecino "raro" que habita  en todos los portales.
No sé si voy a ser capaz de describir al tipo en cuestión y el dialogo, un poco o bastante surrealista- pienso yo.- que hemos mantenido eso si, con la puerta cerrada como medida de profilaxis contra el maldito virus.
 Ignoro en que planta vive, pero alguna vez que otra he coincidido en el portal con él. Es un señor de mediana edad, me refiero que debe estar entre los cincuenta y  los setenta años. Es de esas personas que siempre parece que están pensando en las musarañas, como si viviera en otro mundo. Entre los vecinos tiene fama de raro, no sabría decir exactamente porque,  pero tiene esa fama y no seré yo quién siendo la cotilla del ático, desmienta o quite baldón a nadie. Poner si, pero quitar motes o famas  eso de ninguna de las maneras.
Bueno el dialogo ha sido el siguiente:
Buenos días, soy un vecino del edificio, comprendo perfectamente que no me habrá la puerta, pero verá, me acabo de enterar, que permanecerán cerradas al menos quince días y la verdad me ha pillado totalmente desabastecido. Por supuesto que se lo devolveré lo antes posible, y los trataré con un cuidado exquisito, pero para mí estos quince días pueden ser una autentica  tortura sin ellos.
Llegados a este punto, pensé; como sea papel higiénico más de dos rollos no le doy y, bastante me importa a mí como se limpie el culo el buen señor.  Además de no creer, que exista una manera exquisita de limpiárselo.           
Dada la situación absurda y el tema escatológico que estábamos tocando,  a voz en grito, - a este paso el título de cotilla, me lo podía arrebatar  hasta  el vecino de la planta baja-. Abrí la puerta, dando un paso a tras y haciendo un gesto inequívoco con la mano, para que guardara al menos el metro de distancia reglamentario.
Pues no, no quería papel higiénico, ni leche, ni azúcar, ni nada parecido.
Trastabillándose me explico; no tenía celular – de dónde habría  sacado  ese termino- . Ni tampoco acceso a Internet. Añadió: se encontraba en una situación económica difícil y que al cerrar las bibliotecas sin previo aviso… Debió ser el único que no se entero y que además le importará que esto ocurriera, pensé con un poquito de mala leche.
El raro” quería libros, o a falta de ellos, cualquier material de lectura que pudiera llevarse a la  boca, hasta que reabrieran las bibliotecas.
Sin duda hay gente para todo y yo me atrevería a decir, que no sé, hasta que punto estos especimenes pueden llegar a ser  " contagiosos" y o peligrosos.
 
Mañana más.

 

viernes, 6 de marzo de 2020

¡ Hala que tetas!


¡ Hala que tetas!

         Este “piropo” es sin duda el que mas me hería  y,  del que me cuidaba mucho de comentar con mis amigas. Cuando ellas relataban las barbaridades que les decían. Al igual, que yo ocultaba. Cuando hablábamos de  las distintas técnicas para evitar el sobo en el metro o autobús.  A mi me daba una vergüenza horrible, reconocer que  a mi también me pasaba. Cuando esto ocurría,  me sentía culpable, agachaba la cabeza y me alejaba como buenamente podía del baboso de turno.

         Caminaba encorvada, tenía muchos complejos, sobre todo de tener mucho pecho, de ahí que fuera el piropo que más daño me hacía. Nunca me ha gustado, que un desconocido o a veces ,conocido, me dé su opinión sobre mi físico, es más, siempre me he sentido agredida, mal... No voy a ir más lejos y contar las veces que en el trabajo han intentado meterme mano.
         Afortunadamente hoy estoy rodeada de varones, a los que “el piropo” en si mismo, (sea del tipo que sea) les parece soez, de “gentes sin civilizar “una agresión hacía la mujer.
Pero todavía hoy, hay varones, que en cuanto tienen la minima oportunidad, te lanzan un requiebro... sobre todo si están con otros hombres. Una forma de demostrar lo macho que son aunque sea  a costa de agredir. Si, yo me siento agredida, me siento mal. Para mi no es un halago es una agresión, es más me dan unas ganas de volverme y…

         Mientras no eduquemos en la igualdad, y siga habiendo, gente soez, sin civilizar y,  que en nombre de la galantería, o cualquier otro tipo de adjetivo, se atribuyan el derecho de hacer juicios de valor y opinar sobre las mujeres, que tienen la desgracia de cruzarse en su camino.  Y por otro lado solo entienden del  “palo y tente tieso”.

 Pues a legislar... Para que la ley les  prohíba, lo que el sentido común, y la empatía no debiera permitirles hacer.