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martes, 31 de marzo de 2020
sábado, 28 de marzo de 2020
Aclarar la mirada
Panorámica magnifica y hermosa.
Separan ambas instantaneas, pocos minutos,un cristal y, el estado de animo del fotografo.
Me sentí fatal, cuando dije: no puede haber un panorama más bonito, ¡ Madre mia! con "el panorama" que tenemos como puedo decir que esto es hermoso.
Espero que pronto,( aunque ya sea tarde para demasiados) recobremos la belleza y nitidez de la foto de arriba. Y no se nos vuelva a empañar la mirada como en la foto de abajo.
viernes, 27 de marzo de 2020
Maestros
Esto lo escribí en 2011. Sin mas comentarios...
A los maestros, profesores, educadores y similares.
Parecéis tontos. Si, no lo sois, pero lo parecéis.
Empezaré por la última. La “perlita” que ha soltado, tanto Lucía Figar, como la Esperanza, (cuando, perderemos la esperanza de una vez). De que es una huelga política, pues claro que lo es. Unas protestas derivadas de la política educativa que ellas han generado.
Ahora iré al principio. Os tacharon de vagos. Insulta, que aunque sea mentira algo queda.
Más tarde que no os preocupan los alumnos, que sólo la pasta. Bueno, han dicho unas cosas de vosotros. Que es para mandarlas lejos, no de Madrid, sino del mundo.
Y vosotros ¿qué habéis hecho?.
Callaros, desmentir lo que claramente eran insultos y mentiras.
Yo en mi ignorancia y sabiendo que esto sólo la van a leer, un puñado de personas. Os sugiero, dos cosas.
O bien una huelga de celo, o bien una huelga a la japonesa.
La primera, sé que os tendrías que cambiar de profesión, y de cabeza para que la hicierais.
Me imagino, y esto ya es una fantasía mía. Cumpliendo estrictamente, el horario. Significaría que eso de preparar las clases en casa, nada de nada, corregir exámenes, en casa tampoco. Que hay que dar el tema que a los alumnos les resulta complicado, pues que se busquen la vida ellos.
Siempre os quedará, lo de abrir el libro por la página treinta y tres, mañana examen, hasta esa página entra.
-Lo siento pero acabo de dar las 22 horas de clase, en mi despacho no puedo atender a nadie más, ya que tengo lista de espera hasta las olimpiadas del 2012.
Descartada mi fantasía, ya que os tendrían que parir de nuevo.
Vamos con la japonesa.
Si hubiera una manera de hacerles llegar, por escrito, o de una manera física todo el trabajo que realizáis, fuera del cole y del horario. Sería la leche.
Ejemplo: Doy clase de física, me preparo la clase del día siguiente una hora, además preparo un trabajo, que tendrán que realizar los alumnos otra hora. Corregir ni sé sabe las horas, atender a los alumnos y padres, fuera de las horas lectivas otras tantas.
Que de eso les llegará una copia, de cada uno de vosotros, a las autoridades “incompetentes”. Ya me lo estoy imaginando... todos los ordenadores bloqueados.
¿Y si fuera en papel? Algún bosque, se esquilmaría, como decidáis reflejar en papel todo vuestro trabajo.
Esto último tengo la certeza, de que no lo haréis, porque habéis demostrado sobradamente, que os preocupa el futuro, trabajáis y mucho para que este sea mejor. Aunque a veces parezcáis tontos.
sábado, 21 de marzo de 2020
En el balneario.
Esto lo publiqué en abril de 2011, cuando acontecieron los hechos narrados.
Ahora lo publico de nuevo, para que os echéis unas risas.
A esos lugares no se debe ir sólo.
Los Reyes Magos, me habían regalado un circuito (Diamante) en un Spa. El regalo incluía un masaje.
Como ninguna persona con las que había hablado, pudo acompañarme, y el bono estaba apunto de caducar; tres meses después de la Epifanía por fin marché a disfrutar mi regalo.
El Domingo a las diez de la mañana me presente en el lugar.
En la recepción me preguntaron si era mi primera vez, respuesta afirmativa por mi parte.
Me indican un vestuario, para que me ponga el bañador. Salgo del habitáculo con mi bañador puesto. El chico que me está guiando en mi recorrido ( no es cubano) primer engaño, aquí no voy a relataros las leyendas urbanas y rurales que hay sobre los masajes y los masajistas.
Me indica que voy hacer un primer recorrido, para activar la circulación, el recorrido son unos cuatro metros más o menos con el suelo de cantos rodados, en ambos laterales unos aspersores con agua fría, me obliga a repetirlo dos veces, ya que según él, lo hago demasiado deprisa.
Segundo paso, me introduce en una sala, con ¡un calor que te pasas! parecía una sauna, quince minutitos, todo lo dice en diminutivo, aún no sabía porque, aunque más tarde lo comprendería..
Me obliga a ducharme, lo que llamó una ducha escocesa, por un momento creí que me habían regalado un curso de idioma, que si escocés, que si finlandes...
Después de eso, a otra sala donde también parecía una sauna del calor que hacía, otro cuartito de hora, y una ducha más, a esas alturas, ya no sabía de que nacionalidad era la ducha, ni yo misma. Por fin la piscina, (el no cubano,) me explica en que consiste, me dice palabras soeces, como abductores, gemelos, pectorales, escápulas y otras que no es que no me atreva a repetirlas, es que no me acuerdo.
La piscina estuvo bien, aunque no se puede nadar. ¡Para eso me estoy gastando el dinero en los cursillos de natación a los que acudo dos veces por semanas.
Después de asegurarme, era la última ducha, el chico me explica que; me va a realizar el masaje, me interroga sobre el tipo de masaje que deseo, menos mal que esto ya era en castellano.
Por dármelas de mujer moderna y entrenada, eligo el deportivo. Tras lo cual me introduce en una sala, esta ya, a una temperatura soportable. Me dice que espere, que enseguida vuelve, a la vez que me entrega un paquetito e indica que cambie el bañador por lo del paquetito y , me tumbe en la camilla que enseguida vuelve.
Abro el paquete y despliego su contenido para ver de que se trata, le dio una vuelta, vuelvo a girarlo. Nada que no me aclaro. Después de la enésima vuelta. Por las dos "cazuelas" y las tiritas, deduzco que se trata de un sujetador. No creaís que me resulto nada fácil ponérmelo. Lo conseguí, justo cuando el masajista llamo a la puerta y preguntó si podía pasar. Le dí mi beneplácito a la vez que colocada frente a él, pregunté: ¿ Esto es un sujetador?
¿Sabéis' lo que me contesto ¡El muy descarado!
No, señora no es un sujetador, es un tanguita.
El no se pudo reir abiertamente, ya que yo estaba delante, y yo tampoco pues aún no había la suficiente intimidad entre nosotros.
Lo que si pensé una vez abandonado "el balneario" es: a esos sitios se debe ir acompañado de alguien de confianza, para poder echarte unas risas
lunes, 16 de marzo de 2020
¡Cuidado! a quien le abrimos la puerta puede ser peligroso.
Es posible que
cuando cuente lo que me acaba de suceder, más de uno piense que es fruto de mi
imaginación calenturienta, y que la reclusión ya ha empezado a afectar a mis
meninges, pero...
Me he despertado a la hora
habitual en este primer día de confinamiento. Y siguiendo las directrices y
consejos de las autoridades, y expertos sanitarios, es decir; mantener las
rutinas habituales dentro de lo posible, y por supuesto siguiendo las normas
que conlleva el estado de alarma que se decreto ayer. Por eso antes incluso de
encender el móvil. Aquí tengo que decir que: he optado por apagarlo cuando me
voy a dormir. Porque esta batalla que se esta librando, por ver quien es el
primero, que saca un chiste, (algunos realmente muy ingeniosos). Inventa o
reenvía un bulo y, éste se hace viral (como si no tuviéramos bastante con el
CODVI 19). O se difunde por todo el orbe, cualquier gesto o consigna solidaria
con los muchos colectivos, que están trabajando
para menguar y parar esta plaga. Este chorreo de Wasap, me agota, a mí a la vez
que a la batería del teléfono.
Esto que voy a decir ahora, no
iba aquí, pero las circunstancias me obligan.
¡No me mandéis
más enlaces! para: ver películas, museos, juegos de mesa, leer libros y,
cientos de actividades, para no agobiarme en casa. Los que me agobiáis sois
vosotros. No me llega el cuerpo para, ver, leer y hacer todas esas actividades Y
que os quede claro que tampoco voy hacer limpieza general en casa, aunque le
haga mucha falta.
Dicho esto, continúo... Veremos
si el pitido del móvil me permite contar lo que me sucedió esta mañana, me
tiene los nervios rotos ese sonido. Claro que también podría apagarlo…
A lo que iba. Lo primero que hago
nada más levantarme es: lavarme las manos, antes y después de hacer pis. Dar
por sentado que de la forma y manera que se nos está aconsejando. De vez en
cuando conecto la radio y el televisor siempre luego de encender el móvil y ver
que mientras dormía, han entrado 183 mensajes y eso que solo estoy en cuatro
grupos de Whaptsapp. La radio y la televisión la enciendo además de para estar
entretenida por si ya puedo, cepillarme los dientes y ducharme. Sinceramente
creo que ya me va haciendo falta, y digo más. Si en el transcurso de la jornada
de hoy, no nos dan directrices sobre este asunto, me saltaré a la torera el estado de alarma y, me ducharé, lavaré el
pelo y cepillaré los dientes. Puestos a saltarnos las normas, me las salto
todas y como me sienta un poco más “rebelde” de lo normal; me corto uñas de
pies y manos. Una es obediente pero hasta cierto punto.
Siguiendo con la rutina
aconsejada, estaba preparándome café, (previamente me he vuelto a lavar las
manos) cuando han llamado a mi puerta, Por la hora y siendo domingo, creí que
se trataba de Testigos de Jehová. En los pocos segundos que he tardado en poner
el ojo en la mirilla y preguntar ¿Quién es?. He tenido toda clase de
pensamientos negativos hacía ellos, los testigos me refiero, del tipo: que
pesaos, que insolidarios, no se enteran de nada...
No, no eran ellos. Se trataba del
vecino "raro" que habita en todos los portales.
No sé si voy a ser capaz de describir
al tipo en cuestión y el dialogo, un poco o bastante surrealista- pienso yo.-
que hemos mantenido eso si, con la puerta cerrada como medida de profilaxis
contra el maldito virus.
Ignoro en que planta vive, pero alguna vez que
otra he coincidido en el portal con él. Es un señor de mediana edad, me refiero
que debe estar entre los cincuenta y los
setenta años. Es de esas personas que siempre parece que están pensando en las
musarañas, como si viviera en otro mundo. Entre los vecinos tiene fama de raro,
no sabría decir exactamente porque, pero
tiene esa fama y no seré yo quién siendo la cotilla del ático, desmienta o
quite baldón a nadie. Poner si, pero quitar motes o famas eso de ninguna de las maneras.
Bueno el
dialogo ha sido el siguiente:
Buenos días, soy un vecino del edificio, comprendo perfectamente que no
me habrá la puerta, pero verá, me acabo de enterar, que permanecerán cerradas
al menos quince días y la verdad me ha pillado totalmente desabastecido. Por
supuesto que se lo devolveré lo antes posible, y los trataré con un cuidado
exquisito, pero para mí estos quince días pueden ser una autentica tortura sin ellos.
Llegados a
este punto, pensé; como sea papel higiénico más de dos rollos no le doy y, bastante me importa a mí como se limpie el culo el buen señor. Además de no creer, que exista una manera exquisita de
limpiárselo.
Dada la
situación absurda y el tema escatológico que estábamos tocando, a voz en grito, - a este paso el título de
cotilla, me lo podía arrebatar
hasta el vecino de la planta baja-. Abrí la puerta, dando un paso a tras y
haciendo un gesto inequívoco con la mano, para que guardara al menos el metro de distancia reglamentario.
Pues no, no
quería papel higiénico, ni leche, ni azúcar, ni nada parecido.
Trastabillándose
me explico; no tenía celular – de dónde habría
sacado ese termino- . Ni tampoco
acceso a Internet. Añadió: se encontraba en una situación económica difícil y
que al cerrar las bibliotecas sin previo aviso… Debió ser el único que no se
entero y que además le importará que esto ocurriera, pensé con un poquito de
mala leche.
” El raro” quería libros, o a falta de
ellos, cualquier material de lectura que pudiera llevarse a la boca, hasta
que reabrieran las bibliotecas.
Sin duda hay
gente para todo y yo me atrevería a decir, que no sé, hasta que punto estos
especimenes pueden llegar a ser " contagiosos" y o peligrosos.
Mañana más.
viernes, 6 de marzo de 2020
¡ Hala que tetas!
¡ Hala que tetas!
Este “piropo”
es sin duda el que mas me hería y,
del que me cuidaba mucho de comentar con mis amigas. Cuando ellas relataban las
barbaridades que les decían. Al igual, que yo ocultaba. Cuando hablábamos
de las distintas técnicas para evitar el sobo en el metro o autobús.
A mi me daba una vergüenza horrible, reconocer que a mi también me pasaba. Cuando esto ocurría, me sentía culpable,
agachaba la cabeza y me alejaba como buenamente podía del baboso de turno.
Caminaba encorvada,
tenía muchos complejos, sobre todo de tener mucho pecho, de ahí que fuera el
piropo que más daño me hacía. Nunca me ha gustado, que un desconocido o a veces
,conocido, me dé su opinión sobre mi físico, es más, siempre me he sentido
agredida, mal... No voy a ir más lejos y contar las veces que en el trabajo han
intentado meterme mano.
Afortunadamente
hoy estoy rodeada de varones, a los que “el piropo” en si mismo, (sea del tipo
que sea) les parece soez, de “gentes sin civilizar “una agresión hacía la
mujer.
Pero todavía hoy, hay varones, que en cuanto tienen la minima oportunidad, te lanzan un
requiebro... sobre todo si están con otros hombres. Una forma de demostrar lo
macho que son aunque sea a costa de agredir. Si, yo me siento agredida, me siento
mal. Para mi no es un halago es una agresión, es más me dan unas ganas de
volverme y…
Mientras no
eduquemos en la igualdad, y siga habiendo, gente soez, sin civilizar y, que en nombre de la galantería, o cualquier otro
tipo de adjetivo, se atribuyan el derecho de hacer juicios de valor y opinar sobre
las mujeres, que tienen la desgracia de cruzarse en su camino. Y por otro lado solo entienden del “palo y tente tieso”.
Pues a legislar... Para
que la ley les prohíba, lo que el
sentido común, y la empatía no debiera permitirles hacer.
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