Vistas de página en total

domingo, 12 de febrero de 2012

Poesía o pena

Hoy me gustaría escribir una poesía, me lo pide el cuerpo y más el alma.

Hace ya mucho tiempo y demasiados días, se repite, casi a diario, que tengo una pena, momentánea, pero profunda. Parafraseando a Miguel Hernández, estoy tiznada de pena.

Para quién no me conozca y sepa de mi vida diré: que trabajo cara al público, en un barrio obrero ( que termino más anticuado).
 Con el paso de los años, han cambiado los habitantes de “ mi barrio”.

Unos se han hecho mayores.
 Otros se han vuelto casuales, solo vienen a ver a sus viejos, y aprovechan para pasar a saludarnos,( detalle que no se imaginan como agradezco).
Otros  han retornado al hogar paterno, obligados, para subsistir, con la escuálida pensión de estos, con la que sobreviven dos y tres núcleos familiares.
¿ Que opinarán de esto? Los defensores de la familia... familia tradicional.
¿No es un poco contra natura?
Hay un tercer grupo, que son los inmigrantes. La mayoría ya son viejos vecinos del barrio. Los conocemos y nos conocen. Sabemos y saben de pueblos, costumbres, ancestros y descendientes.

Volvamos a la poesía, o peor a la pena.
Cada día y alguna vez más de una vez cada día, aparece alguien habitual, en un horario no habitual;  Ahí  empieza mi escozor y rezo, ( yo que soy agnóstica) para que este de vacaciones, o de baja.
Y me da miedo preguntar, pero pregunto. La respuesta me quema como si echarán alcohol en la herida, abierta.

Necesitaba escribir una poesía, “la poesía es un arma cargada de futuro”  y al final, solo puedo transcribir:

Por que vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
Decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno
Estamos tocando el fondo.

Hago  mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
Y canto respirando. Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
Personales, me ensancho

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos

Y calculo por eso con técnica qué puedo

Me siento un ingeniero del verso y un obrero
Que trabaja con otros a España en sus aceros.

Me olvidaba escribir que son versos, de Gabriel Celaya, escritos, en los años cincuenta del siglo pasado.
 A lo peor, es que estamos retrocediendo.

viernes, 10 de febrero de 2012

Vamos bien

Vamos bien. Ya era hora, que el tribunal supremo empezará a hacer justicia.
Podemos estar contentos, ya empezamos hacer valer nuestros derechos, ya nadie por muy juez  o  ministro, del ramo que sea, va a violar nuestros derechos.
Ya podremos acudir a la justicia, sabiendo, que nos van hacer caso, que no van a quitarnos ninguno de nuestros derechos constitucionales.
Que cuando reclamemos a cualquier instancia ayuntamientos, comunidades autónomas, organismos autónomos, diputaciones provinciales, magistratura de trabajo etc. etc.  Nos van hacer caso. Que cuando alguno nosotros requiramos a la justicia por que se esta violando nuestros derechos adquiridos, después de muchos años de lucha, van a inhabilitar a quién haga falta, para no dar un paso a tras en las conquistas sociales.
Otro apunte a vuelapluma, ¿ cuantos funcionarios hay en la comunidad de Madrid?.
¿Es posible que hubiera 2000 funcionarios de baja?  Bien, Sra. Presidenta si fuera así, enhorabuena por las medidas. Vamos a ver  si de una vez por todas acabamos con tanto absentismo laboral.

Vamos bien ¿ o no?