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miércoles, 31 de mayo de 2023

¿La concordia será posible?

 Me permito cambiar el tiempo verbal y añadir una interrogación al lema con el que me topé el mes pasado.
Este es mi lema y deseo para el mes de Junio. 

¿La concordia será posible?



 

domingo, 28 de mayo de 2023

Jornada de reflexión.

    Hacía mucho que no escribía, casí un mes. No  había tenido inspiración, ni ganas, y los paseos diarios los había suplido con creces con  obligaciones ineludibles, con lo que no me había topado, cruzado con objetos y o individuos que me asombran, a la vez que me producen curiosidad, y sobretodo me animan a escribir.  Hoy aprovechando que me faltaban unos metros para cumplir con el paseo diario, y también porque no decirlo, es día de elecciones y  estaba segura coincidiria  con amigos, conocidos y convecinos con los que suelo coincidir y siempre es grato conversar un poco.
No, no voy a hablar de política, ni de los previsibles resultados de las elecciones ( ya habrá tiempo para lamentos).
Solo estas tres fotos con las que me he encontrado hoy.
Interpretarlas y leerlas como os de la gana.






 



 

martes, 2 de mayo de 2023

¡Viva el Primero de Mayo!

 

Hoy, mientras terminaba de subir el café en la cafetera, no del bar de la esquina, he encendido el televisor. Con un ojo en la cocina, una oreja en el salón, un pie todavía en la cama, parte de la vejiga en el cuarto de baño… con esto quiero decir que tenía mis extremidades y sentidos o sinsentidos, vaya usted a saberlo que me estaba pasando, diseminados y esparcidos sin orden ni concierto por toda la casa. Acabo de hacer un Juan José Millás en toda regla. He oído la siguiente noticia

Joe Biden en un encuentro con periodistas, bromea sobre Sudán.*

¡Joder, joder, estos yanquis no tienen límites, hay cosas con las que no se puede bromear, me decía a mí misma, mientras sentada en el sofá iba recogiendo, recomponiendo, encajando, organizando y asimilando las extremidades y las noticias.

En cuanto me he aclarado un poquito de que iba la cuestión. La  mano bien ajustada  a la muñeca, lo que no sé si bien   sincronizada y coordinada convenientemente con la cabeza, y con la sonrisa bien  dibujada en la cara, no he querido dejar pasar la ocasión y me he puesto a escribir, no tengo yo las entendederas, como para desaprovechar una inspiración como esta.

Centremos el tema.

Ayer: Fue una tarde literaria. Primero con el grupo de las féminas de la familia, por guasap, como corresponde a la época en que vivimos, intercambiamos opiniones y pareceres sobre los libros que aprovechando el puente, estábamos leyendo. Yo que soy bastante pedante en cuanto a libros se refiere, presumí de lo mucho que había leído y de la ingente cantidad de libros que tengo. Si una mencionaba un autor-a yo lo había leído y además poseo al menos un ejemplar de su obra. Interrumpí la perorata y la lectura, para preparar una tortilla, tortilla que llevaría a la timba.

LA TIMBA:   Un grupo reducido de amigos nos reunimos de vez en cuando y con la excusa de una partida de cartas, nos ponemos ciegos a comer exquisiteces preparadas por cada uno de nosotros. Nos ponemos al día de lo que estamos leyendo. Como dijo P. con muy buen criterio al iniciar la velada: vais acabar como Don Quijote con tanta lectura. También aprovechamos para poner a caldo- permitirme la expresión culinaria, que por cierto, me viene a huevo,  al resto de los amigos que no participan en la timba. En fin, hablamos de lo divino y lo humano, con humor, mucha ironía y salpicado con algún sarcasmo referidos a alguno de los participantes en la timba,  sobre todo  cuando se cruzan los diálogos y la conversación se convierte en un esperpento. Entre que una servidora, con la edad se atranca más de la cuenta y deja la frase sin terminar porque ha perdido el hilo de lo que quería decir. El otro que con los años esta “teniente” y solo a oído los puntos suspensivos de la tartaja. La otra que reclama ayuda para buscar las gafas que tiene sobre la cabeza, porque no ve un pijo. Como digo un disparate.

Para terminar con esta crónica, (y que ya van justo quinientas palabras). De algo me ha tenido que servir el taller de escritura. Concluimos la velada relatando mil y una batallitas sobre los primeros de mayo pasados y dado que solo había una persona de los participantes en la timba que aún está en activo laboralmente, se entiende.  El resto no acudiríamos a las manifestaciones por el día del trabajador. Aunque visto lo visto nos tendremos que ir sumando a otras batallas más acorde con nuestra edad.

¡Viva el Primero de Mayo! ¡Viva los trabajadores!

* Joe Biden bromea sobre su edad.