Yo como todo
hijo de vecino, aprovecho estas fechas tan señaladas para además de ponerme
ciego a comer y beber, para, más tarde
hacer el propósito en el nuevo año de ponerme a dieta o al menos
intentar que esta sea saludable, para, sino perder peso al menos no ganarlo,
etc. etc… En estos etcétera van incluido el aprender inglés. Hacer ejercicio. Ser
un poco menos consumista y un poco más
solidaria con el mundo y con los que habitan en él. Hablar menos y escuchar más.
(Y)*.
En
definitiva: intentar ser mejor persona, como decía al principio, como
cualquier hijo de vecino.
Así que: atendiendo a la
sugerencia de un familiar, de el porque dejar los buenos propósitos y rutinas para el uno de enero, si cuanto antes comencemos mejor…
A
finales de noviembre me hice socio de la OCU (organización de consumidores y
usuarios)El día 31 de diciembre me traslade en transporte público, del Este de la comunidad de Madrid al Sur de esta misma comunidad, evidentemente para pasarlo en familia.
Ya en la estación de cercanías, delante de la máquina para adquirir el billete, me viene a la cabeza, si alguien que no conoce nuestro idioma sería capaz de conseguir que el aparato en cuestión le proporcione un billete, Si a mi, que más o menos conozco la lengua de Cervantes, me resulta imposible, y me veo obligada a dirigirme a la ventanilla (menos mal que esta abierta) para que una persona ,me atienda y explique...Ya con mi tarjeta renovada y mi billete validado pongo rumbo al sur…Ya en Móstoles, solo tengo cambiar del tren de cercanías a el metro, pero no me produce ninguna inquietud adquirir el billete,(como me sucedio en Alcalá) ya que la semana anterior comprobé que tenia correctamente cargada la tarjeta con once viajes de metro, o al menos eso creía, hasta que posé tres veces la dichosa tarjetita en el lector y tres veces me negó la entrada( como San Pedro) renegando,( yo también sé negar como las maquinas) me dirigía al aparato, cuando un adolescente me intercepto.
- Señora ¿me puede ayudar a sacar
el billete? es que no sé como va esto.
Me arme de paciencia y un poquito
de mala leche y le dije que solo tenía que seguir las instrucciones que le
fuera dando la maquina, (a ver si tenia huevos de conseguirlo, pensé) no obstante yo le ayudaría. Entre los dos
conseguimos el billete del chico, y a mi me sirvió de clase práctica para comprar el mío.
(Si es posible que alguien me explique, porque
para el metro sur, no valen los
billetes de metro.)
Y otra cosa que no viene a cuento,
o si, pero me acabo de acordar, Hay una
churrería en Móstoles, que para pagar unos churros, te
tienes que bajar una aplicación al móvil. Vamos que es tan difícil desayunar
con churros,( a no ser que lo hagan para mantener el colesterol a raya) como comprar un billete de transporte.
Digamos que despedí el año, un
poco “confusa” y enfadada con las nuevas tecnologías, pero con la vena
solidaria todavía en pie
Uno de Enero: Dispuesta a poner
en marcha desde las primeras horas del año mis buenas intenciones. Salí de la casa familiar bien temprano,(lo poco agrada y lo mucho enfada)y no era cuestión de dar más la lata:
En la puerta del metro sur ( ese metro para el que no valen los billetes de metro normal) saludé y deseé un buen año a la única persona con la que me crucé ( todavía debe estar pensando de que me conocía) .
En la puerta del metro sur ( ese metro para el que no valen los billetes de metro normal) saludé y deseé un buen año a la única persona con la que me crucé ( todavía debe estar pensando de que me conocía) .
Sin mayores problemas conseguí mi
billete del metro sur ( de algo me
sirvieron las prácticas del año anterior) .
En la estación de cercanías en
solo dos intentos conseguí “el título de transporte” para el Este,. Observando mí” pericia” con la maquina, un señor solicitó mi ayuda, para comprar su
billete, le empecé a asesorar hasta que oí el pitido del tren y vi como este hacia su
entrada en el anden, con un perdoné pierdo el tren, salí pitando hacía el convoy, y ahí se quedó el señor, y parte de mi instinto solidario, espero que al menos pudiera coger el siguiente
tren.
Ya voy terminando… Cuando apenas
quedaban dos paradas para llegar a mi
destino, la madre que ocupaba el asiento frente al mío, le pregunta al hijo sentado a su lado ( yo creo que también indirectamente a mi) si sabe como llegar a la calle Santiago,
el chico le responde que esta a solo
diez minutos andando de la estación,
añadiendo que no cree que les resulte difícil encontrar la calle.. Punto y aparte y aclaración:
Para llegar a mi domicilio,
necesariamente tengo que pasar por dicha calle, y mi primer impulso fue, decirles que yo iba en
esa dirección y …
Pues no, no dije nada. Llegue a casa con cierta frustración y pensando que no había
sido capaz de sostener ni veinticuatro horas mis buenos propósitos para el año
que comienza… y ahí no queda la cosa. Viendo los extractos del banco compruebo que
la OCU, me ha cobrado por duplicado el recibo del dos de Enero..Estoy
esperando que den las nueve para
telefonear a dicha organización y
desfacer el entuerto.
¡Pues si que empezamos bien!
* No irme tanto por las
ramas e intentar ser más comprensible en
mis escritos.