Los Reyes Magos

Ojo con lo que pedís y con lo que traen los Reyes Magos.

Como  habitualmente una explicación. Lo que me inspira o sugiere escribir sobre algo, es trivial, o tribal, no sé muy bien, que proporción hay de una y de  otra.

El asunto es; leyendo lo que hace años, quizás demasiados, pedíamos  y lo que traían los reyes.

 Veo que el tocador de la Señorita Pepis, y el barco pirata, con alguna diferencia de años entre una y otro.

 Me voy a la tribu, y recuerdo que una de las hermanas pequeñas, durante  años, pedía el tocador de la Señorita  Pepis o algún otro juguete de manualidades relacionado con la Señorita Josefina.

Los medianos,  nos burlábamos, de esa petición, pues a mí al menos, me parecía cursi.

Con el paso de los años, esa burla, se convirtió en admiración por mi parte. Ya que  se ha hecho una autentica experta en ganchillo, punto, punto de cruz y otras cosas relacionadas con esos trabajos.

Otro de los hermanos, no sé si lo pedía, pero si que en sus zapatos cada seis de enero, encontraba una caja de acuarelas.

Una constante en la vida de este,  ha sido el dibujo, y la acuarela. Todos los dibujos e historietas de este blog son obra suya.

Me queda el barco pirata. Cuando a uno de mis sobrinos, le trajeron ese barco no comprendí, mucho ni su petición, ni su alegría al verlo.

 Este estudio geografía, a partir del año que viene, tendrá que volverse, un poco o mucho filibustero, ya que temo que engrosé las listas del paro.

Me queda decir lo que me traían a mí. Además  de la cartera, para el colegio, como todos los años,  mi primer libro, con el que me sentí si no mayor, si importante, uno de Samaniego, y se titulaba:

Fábulas.

Cuento de Navidad

Cuando  su hijo pequeño, salió, gritando de la fiesta:

¡ Ya esta aquí! El  espíritu de la Navidad. Creyó que era un  personaje de  ficción, o un video juego,  o uno de esos artilugios nuevos, que le tendría que comprar, como regalo de reyes.

Empezó a entenderle, cuando frente a  un solitario vaso de leche, y casi rendido por el sueño, su hablar se hizo más pausado.

Que si papa, que ha vuelto. Es un personaje, como San Nicolás, o Papa Noel, o como el Llanero Solitario, ese que me contabas. Se llama el espíritu y aparece por estas fechas.

Que si papa que ya ha empezado. Pues lo que hace, es coger cosas de los “alvaros”, y repartirlas, entre la gente que más lo necesita.

Tiene poderes mágicos, a los malos, del corazón duro, tiene una máquina super, super moderna que hace que se les ablande.

A los que mandan, solo les deja, que manden cosas buenas.

A los que inventan, solo les deja que inventen, cosas que no contaminen.

Que sí papa, que ya esta aquí.

La mama de Rubén, ya tiene trabajo.

Al papa de Mario, ya le van a operar.

 Maria, Pilar y Antonio, empiezan el lunes a trabajar en el cole.

Haber como le contaba a su hijo, que le habían despedido a él y a un puñado de   asesores y cargos de confianza. Con el argumento de que con su sueldo, y todos los complementos, que conlleva su cargo tenían para contratar a tres personas.

Porque no soy Monarquica

Porque  no soy Monárquica.

No analizaré la monarquía, ni los principados, ni todas esas instituciones, que pasan de unos a otros, simplemente por ser hijo de...

No estoy a favor de los cargos hereditarios, por puro pragmatismo, o egoísmo, decirlo como queráis.

La herencia de mi madre consistió en tres cosas, a saber: un reloj de pulsera, que me toco a mí, por ser la segunda hembra y la que no poseía uno. Objeto  que conservo en la actualidad.

Lo segundo un juego de tocador, de alpaca, regalo de  uno de mis hermanos, que le correspondió a la hermana que me sigue.

 Lo tercero,  era un paraguas, que desapareció, sin que ninguno de los hermanos lo echáramos en falta, dado el poco interés puesto en él.

La herencia de mi padre fue todavía más exigua, bueno, más que exigua, extinta, mi progenitor, no dejo absolutamente nada.

Tanto mis hermanos, como yo, hemos contribuido, durante años, a pagar las herencias, de los hijos de... sin que ninguno haya obtenido beneficio alguno.

Yo he puesto mi granito de arena, como si mi herencia fuera de dicho material, para que estas prebendas, o privilegios, se terminen de una vez y por todas.

Dado que, ni mis hijos, ni mis sobrinos, ni mis descendientes más directos son hijos de...

Por eso no soy Monárquica.