Ayer deliberadamente (quiero decir aposta) evite en mi paseo matutino pasar, permitidme la redundancia, por lugares donde pudiera haber contenedores de basura o cerca de mercados o comercios donde pudiera encontrarme con algún objeto o imagén con la que pudiera enlazar y por lo tanto hablar de la que me traigo con la compañia de suministro electrico, o mejor dicho la que se trae ella conmigo.
Aqui iba un largo texto( que acabo de borrar) donde relato, relataba, los trámites, reclamaciones y vicisitudes con la susodicha suministradora. Como decía al principio de este escrito quería evitar seguir dandole vueltas al asunto que me trae por la calle de la amargura.
Asique deliberadamente( quiero decir aposta) ayer tomé la ruta de los colegios. Me encanta ver a los progenitores y sus vastagos camino de la escuela. Cada familia es un mundo. Los niños que van delante de los papás saltando y en muchos casos cantando, llenos de energía. Los que van a la zaga de los papás totalmente apaticos y sin energía siquiera para terminar la galleta del desayuno. Los que más me molan son los que van de la mano y por lo tanto en paralelo con sus padres, normalmente van conversando y en mucho de los casos repasando la lección, como fue el caso de ayer. Supongo que estaban repasando la asignatura de ciencias naturales ( o al menos así se denominaba en mi niñez) a saber como lo llaman ahora, y el papá decía: Bochorno es: calor con humedad, no me ha dió tiempo a escuchar nada mas,y como no era cuestión de darme la vuelta y seguirlos así se quedó la cosa.
Ya estaba casi llegando a casa cuando me topé con la primera foto que va en este post. Cada uno que la interprete como quiera, aunque a mi me trajo a las meninges....
Las dos fotografías que van a continuación no tienen una explicación ni especial ni concreta, simplemente son bonitas y acaso solo reflejan lo relajada y placentera que estaba transcurriendo la tarde .
Esto se esta haciendo demasiado largo. Asi que voy ha intentar ser breve( no me lo creo ni yo).
Tocaba hacer la compra. En el supermercado cuando compruebo que los productos que suelo adquirir los han cambiado de lugar, me cabreo y recuerdo que es una política que utilizan los supermercados, para que no vayas a piñon fijo y recorras más metros de pasillo y por lo tanto consumas más. Como he dicho que voy a ser breve resumo: El queso que habitualmente compro lo habían cambiado de sitio ( o al menos eso creia yo), mi sorpresa ha sido cuando pagué con tarjeta y revisado la cuenta no me cuadraba para nada el precio que ponía en el cartel con el que yo había pagado, se lo hicé saber a la cajera y diez minutos despúes de dime y diretes con la encargada fuí yo personalmente a invitación de la responsable del establecimiento al estante de los quesos a comprobar que efectivamente la equivocada era yo, había cogido un queso que no era el que yo deseaba.La cajera no ha puesto ningún impedimento en cambiar el dichoso queso y abonarme la diferencia.
Despues disculparme, dar las gracias y completamente abochornada ( ahí he descubierto otra acepción de Bochorno) guardé deprisa y corriendo las monedas en el bolsillo del polar y salí del establecimiento como alma que lleva el diablo.
El bochorno regreso cuando al desnudarme para irme a la cama, vacie los bolsillos y recorde porque estaban esas monedas alli, asi que las deje encima de la mesa y me acoste.
Esta mañana no hacia ni pizca de bochorno, pero si mucha risa, cuando he ido a meter las monedas en su sitio habitual es decir el monedero, he hecho las dos últimas fotos de este post.