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Por donde sale
esta hoy, os preguntareis: veréis, hace tiempo que no sé si es que me he vuelto
más “maniática” de lo habitual, pero me hacen la vida muy dificil, ciertas
actitudes, no es que sean actos criminales, bueno a veces si lo son, pero repito
son muchos pequeños “detalles” que a mi hacen la vida muy incomoda – por usar
una expresión amable.
Mi trabajo me ha costado, pero confío en que todos y cada uno los causantes, de mis incomodidades, hayan tomado su dosis de su propia medicina.
Yo también sé y puedo incordiár, y de hecho llevo semanas haciéndolo. Que me ha costado planificar esas pequeñas venganzas o dar de su propia medicina a los causantes de mis infortunios, llamarlo como queráis, también. Pero me he vuelto loca ( confió que la locura sea un eximente ) y la condena sea leve aunque a lo mejor salgo absuelta, o incluso a lo mejor hasta me dan un premio como ciudadana ejemplar , al lío
Mi trabajo me ha costado, pero confío en que todos y cada uno los causantes, de mis incomodidades, hayan tomado su dosis de su propia medicina.
Yo también sé y puedo incordiár, y de hecho llevo semanas haciéndolo. Que me ha costado planificar esas pequeñas venganzas o dar de su propia medicina a los causantes de mis infortunios, llamarlo como queráis, también. Pero me he vuelto loca ( confió que la locura sea un eximente ) y la condena sea leve aunque a lo mejor salgo absuelta, o incluso a lo mejor hasta me dan un premio como ciudadana ejemplar , al lío
Primero:
Tuve que averiguar el horario de regreso
a casa del vecino que constantemente deja la puerta del ascensor sin cerrar, el
piso es evidente que lo sé, pues es donde siempre está la puerta del ascensor abierta; esto fue fácil, y más fácil aún, cinco
minutos antes de su regreso tomar el elevador subir a la última planta, dejar
la puerta abierta, descender a mi hogar por las escaleras y esperar
a oír primero, los golpes en la
puerta metálica y después el alarido de “ASCENSOR”.
Segundo: Mención aparte merecen mis amantísimos vecinos colaterales
y descendientes, los cuales, eso si con una sonrisa, me indican que me oyen
mucho cuando me ducho,( no me he podido
resistir a la rima,) cuando hago el zumo mañanero, etc.. y las pisadas ( esto último me dicen que no me
puedo imaginar lo molesto que es).
Así que: Uso un cepillo de dientes
eléctrico, la encimera del lavabo es de mármol, he tomado un posavasos metálico
y precioso que me compre en uno de mis viajes,
lo he puesto encima del mármol y sobre el conecto el cepillo mientras me ducho…espero
que eso amortigüe un poco el sonido del
agua al golpear en el plato de ducha.
Los pasos o pisadas, me ha costado un poco más solucionarlo, 30 euros
para ser exacta, que es lo que me han valido los zapatos de claque,.Me ha dado un poco de pena desechar mis
zapatillas de felpa, pero ya me he acostumbrado, y tendríais que verme conque
garbo y ritmo me muevo en cuanto llego a casa, y me enfundo los zapatos, desde luego que esto me ha
cambiado la vida y pienso que a mis vecinos también pues no me han vuelto hacer
ninguna referencia a las pisadas, ¡es que la que tiene arte lo tiene!, y no hay más
que decir.
Aquí debería de ir la anécdota del
supermercado, pero este post se va a extender tanto como la cola del mismo, así
que lo dejo para otro día.
Tercero:
Cierto olor a podrido… Los que vivís
en Alcalá no tenéis que imaginarlo, pues lo sufrís a diario, pero los que no gozáis
de el privilegio de morar en una ciudad patrimonio de la humanidad con este”
aroma inconfundible”, os diré que hace meses el vertedero emana una peste
insoportable, así que…
Me he dedicado durante varios
días a separar cuidadosamente mi basura
más pestilente, léase fruta, con especial atención al melón, pescado, y huesos
de pollo. He hecho unos paquetitos muy
aparentes y monos, y fácilmente disimulables en mi bolso, he esperado que en el ayuntamiento encendieran la calefacción,
y me he dedicado, a distribuirlos y
camuflarlos detrás de los radiadores de los servicios más cercanos al despacho del Alcalde y a la Concejalía de medio ambiente.
Lo siento, tengo que dejar de
escribir, los municipales están llamando a mi puerta.
Mis amigos y lectores no pueden dejar comentarios aquí, espero que a mi me deje.
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