Si salia ilesa de ésta, no lo volvería hacer ( o al menos no en solitario). Por lo que fui
consciente que sería mi última vez. Esto pensé, tras pisar el suelo resbaladizo, dar un
traspié que a punto estuvo de hacerme caer de la altura en la que estaba encaramada.
A partir de ese momento, y en un tiempo indeterminado que es muy probable fueran
segundos, paso por mi mente todas las advertencias recibidas: Debes usar un calzado
adecuado y procurar no pisar un terreno inestable, no debes aventurarte sola y en el caso
de hacerlo, dejar aviso de lo que vas hacer, para en caso de accidente, el rescate sea
rápido. Ya tenemos una edad, este tipo de actividades hay que dejárselas a los mas jóvenes
y bla, bla, bla...
También paso por mi mente los recuerdos ligados a la actividad, curiosamente no me
acuerdo de mi primera vez, pero es muy probable que fuera en compañía de mi madre y
siguiendo sus directrices.
A lo largo de mi vida, ha sido una actividad constante e incluso durante una época me
dedique profesionalmente a ella( aunque no disfrute nada de la experiencia, es lo que tiene
ser un mercenario, <le ponen precio a tu trabajo, pero no lo valoran>.
Todas esto paso por mi mente, antes de aterrizar en el suelo de la cocina sana y salva.
Ya sabes para la próxima vez, jeje.Besos
ResponderEliminarSi, la experiencia es un grado, con lo que la próxima vez... Gracias por la visita y el comentario.
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