Tento un lío

¡TENGO UN LÍO!

Estaba realizando las labores propias de mi sexo.

Había comenzado sin muchas ganas, pero era domingo y lo que había leído y oído me aconsejaba que al menos una vez a la semana debía cumplir con esas tareas, para el bienestar y la salud de mi hogar.

Como son cosas mecánicas te permiten dar rienda suelta a tu imaginación

Así que me deje llevar......

Si tuviera un hombre a mi lado, podría compartir esta tarea, es más él llegaría a esos rincones, dónde  cada vez  me es más  difícil llegar.

Sería rubio, no demasiado alto, pero un metro setenta de estatura, estaría bien, mejor delgado que gordo, me gustan los hombres con el pelo largo así que este lo llevaría largo.

En cuanto a su carácter, simpático (no feo) pero simpático.

Que no hablara alto, pero tampoco demasiado bajo, mejor que susurrara, si eso me gustaría más.

Que supiera cocinar y comprar

 Ya me lo estoy imaginando......

Con una camiseta ajustada, en calzoncillos, con delantal... preparando unas ostras, su ensalada tropical, fresas, cava..... .

La mesa decorada con sencillez, sus velitas, sus flores....

Con tanto trajín, estaba un poco agitada y decidí tomarme un descanso.

Prepare un café, encendí un cigarro, y me dispuse a rebajar la tensión buscando los contra.

Es cierto que somos muy iguales a los hombres, pero también muy diferentes en los pequeños detalles o en los grandes.

Por ejemplo el cuarto de baño básicamente lo usamos igual pero lo de la tapa del vater.

 Herr Freud podría hacer un análisis de cómo lo utilizamos

Nosotras somos como más herméticas, más egoístas no queremos que nada se nos escape.

 Por eso siempre la dejamos cerrada.

Ellos  mucho más abiertos y generosos, siempre abierta, que tu gente comparta contigo todo los efluvios, todo lo que sale de  yo más profundo.

Podría poner más ejemplos en cuanto a otros lugares del hogar, que nos diferencia en la manera de usarlo.

Ya estaba bastante relajada,  me puse a pensar en más  cosas que nos diferencian de los hombres.

El vocabulario, las palabras  y sobre todo las frases hechas.

¿Por qué ¿ ellos no le dicen las tareas propias de su sexo?

¿Por qué? Le llaman el placer solitario.

¡TENGO UN LIO!