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miércoles, 26 de octubre de 2011

Contestación

Hola Piluca,
¡Que alegría ¡ Cuanto tiempo sin saber nada de ti Casi cuatro años.
 Imagino que tendrás correo electrónico, en esta carta te envió el mío, así como  mí número de teléfono nuevo.
Se me hizo raro, encontrar una carta manuscrita, entre los recibos del banco, y la publicidad. Al igual que se me hace raro escribir con bolígrafo.

Supongo que será un despiste, pero vástago de hijo, es con uve.
Paso a contestar, tu carta  por orden.
¿Borja no es el dueño de la empresa? o  al menos tiene parte de ella. Pues que delegue hija, tanto fin de semana fuera, es para mosquearse.
Si salgo con alguien, o más que salir, entro.
 Se llama Manolo, vive también en el barrio. Es profesor de Instituto. Esta separado y tiene un hijo de quince años.
Manuel que así se llama el hijo, es un chaval majo, nos llevamos bien, aunque este  en plena edad del pavo.
Pensarás que estoy chapada a la antigua, pero me gusta nuestro barrio. Es cierto que ha cambiado mucho, o no tanto. Me explico:
El Señor  Antonio se jubiló hace unos meses y cerro la tienda. Era la última que quedaba de nuestra época. El ya  me lo venía anunciando.
-          Puri hija tienes que ir buscando otra sitio donde hacer la compra,  cualquier día de estos tengo que cerrar. Yo creo que me seguía viendo como una niña de diez años.
De vez en cuando  lo veo en la plaza de la alegría. Siempre como un pincel y con el ABC a cuestas. Se me hace raro verle sin el mandil.
Es  por esa misma plaza, por la que creo que no pasan los años, durante un tiempo estuvo un poco “ muerta” pero ahora, igualito que cuando éramos crías, un montón de chavales, jugando.

Y los padres como, que antes, hablando a gritos, aunque estén pegaditos los unos a los otros.

Yo digo que el nivel de desarrollo, de un país se mide en decibelios, y el número de papeles por el suelo.
 Cuanto más altos son los dos más bajo el nivel de  desarrollo.
 Aunque a muchos no les entiendo, me parece estar escuchando a tu madre y la mía hablando de lo que van a poner de comida, o quejándose de nuestros padres.
A casa sigue viniendo, una vez a la semana, la Señora Concha, ( ahora la comparto con Manolo), un día a su casa y otro a la mía. Es un dinero que doy por bien gastado, sobre todo los martes cuando llego a casa y lo veo todo tan  arreglado. Para la casa sigo siendo un desastre.

De lo que me comentabas de Esperanza Aguirre, pobre, pobre no es. La mitad de la provincia de Guadalajara es de su familia, y las malas lenguas dicen: que con la construcción del ave a Barcelona, han hecho el negocio del siglo.
Manolo que esta a mi lado ( y más malo que yo, dice que solo es pobre de espíritu)
Como ves sigo siendo un poco rojilla.
 Voy a cambiar de tema porque a ti la política no te interesa, y ni tu ni yo vamos a cambiar de ideas a estas alturas.
Te voy a dejar, por fin el pesado a terminado de corregir trabajos. Entre semana casi no nos vemos, pero los fines de semana nos gusta pasarlos juntos, y como mínimo dar nos un paseo por el barrio.
Mándame tu correo electrónico, y tu móvil. Ya hablamos
Un beso muy grande.
Pura.



1 comentario:

  1. Tal vez deberías atreverte a hacer un relato más extenso, quizá en forma de relación epistolar, de corte social, sabes observar lo que te rodea y construir unos personajes que entienden la vida de forma diferente y que a menudo nos son muy cercanos.
    Un beso Pura

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