Movimiento de tropas o
tripas.
Los retortijones de tripas me despiertan a
las seis de la mañana, huyo como alma que lleva el diablo de la cama y
encuentro refugio en el cuarto de baño. Cuando parece que el enemigo ha
desaparecido, desplazo mis tropas hacia la cocina y busco una explicación a ese
ataque de guerrillas. ¡El agua! El
culpable indirecto o directo el ayuntamiento, esta vez quizás no sea el
responsable, pero siento más tranquila por haber encontrado al autor
intelectual de semejante atentado.
Con mis huestes más relajadas, después de
que la retaguardia tuviera que buscar dos veces alivio en el cuarto de baño. Marcho hacía el campo de
batalla diario .Poco antes de incorporarme, me encuentro con otro” derrotado” (sesenta
años, despedido y sin saber si podrá acogerse a la jubilación anticipada) me
comunica que esta pensando en hacerse el haraquiri.
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¡No puedo estar
todo el día sin hacer nada! Me dice
Le hago dos sugerencias, con la audacia y el morro que me caracteriza:
cambiar el haraquiri por el de kamikaze o bien le entrego las llaves de mi
fortaleza y que se ponga a limpiar como un zapador. Rechaza las dos, pero no el
chiste con lo que le dejo con la sonrisa puesta.
Durante la mañana las tripas tienen una actividad irregular, por
momentos están tranquilas, esa tranquilidad coincide con la mayor actividad
laboral, aspecto que agradezco enormemente.
A media mañana atiendo una llamada telefónica, solicitan información
sobre algunas cuestiones relacionadas con mi empresa, por el tono de la
interlocutora, deduzco que más que buscar respuesta, quiere que alguien le
escuche. Lo hago pacientemente a la vez que se me viene a la cabeza la
secuencia de una película; en la que el actor que carece de medios económicos
para llamar a un teléfono erótico, se masturba escuchando la voz robotizada
pero al fin y al cabo femenina del contestador de un banco. Me agradece la
información y cuelga.
Como estoy físicamente mermada, los intestinos vuelven a revolverse a
la vez, que los conductos lagrimales.
Al cuarto de hora más o menos vuelve a sonar el teléfono lo descuelgo y
una voz me dice:
Es usted la misma persona con la que he hablado hace un rato, quiero
decirle que por diversas razones que no vienen al caso, estaba hundida y después
de hablar con usted voy a tirar hacia delante, muchísimas gracias por haberme
escuchado.
Me quede sin palabras, sólo pensé que la tropa con esta guerra, estamos
pasando por momentos realmente malos y que a veces una pequeña escaramuza,
podía servir para una victoria.
Mi pensamiento volvió a lo que realmente me preocupaba en ese día, al
culpable de ese movimiento anárquico de mi esfínter, del compartimiento
totalmente irregular de mis lagrimales. Hoy a mi amigo le daban los resultados de una biopsia.
Cuando a las dos de la tarde concluida la jornada laboral matutina,
supe el resultado.
Lo escribiré con palabras de mi amigo
Fulanito 10 – Melanoma 0
Me dio igual, el movimiento de las tripas, de las tropas, de los trapos…
¡Por fin! hemos ganado una batalla, como justos vencedores lo
celebramos, el botín de guerra, en contra de lo habitual lo pago el héroe de la
batalla, pero a él no le importo, y a nosotros menos.
Bien... Hay que estar al pie del cañón... para seguir.
ResponderEliminarKike
Claro que si, somos valientes y jamas damos un paso a tras.
ResponderEliminarLo que no entiendo es la negativa de cambiar el haraquiri por el kamikaze. El sabrá.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo que no quiera cambiar el haraquiri por el kamikaze, en este último a se puede llevar al alguien mas por delante, y ese alguien todavía no está desesperado o también prefiere el haraquiri.
ResponderEliminarMe gustan mucho tus escritos.
Muchos besos.
Lola
Se me ha olvidado dar la enhorabuena a tu amigo el que esperaba los resultados. Ahora a celebrarlo y a respirar.
ResponderEliminarLola
Cuando parece que te repites en tu estilo de escribir,al modo de Baltasar Gracian,esto es jugar con el sentido de las palabras,uno se da cuenta que lo haces muy bien.hacer coincidir las tropas de las tripas y las tripas de la tropa es una cosa que tiene su trapo.¡Al trapo,al trapo!.La idea es fenomenal,ya que el desarreglo interno corresponde con el general,con el social.Todo es cuestion de hacer de tripas corazon.No he llegado a coger el tono general o la idea,pero esto parece un combate,un cuerpo a cuerpo del cuerpo contra uno mismo,y de todos los cuerpos contra el cuerpo General en general,jeje. Besos y saludos.
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