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viernes, 24 de agosto de 2012

Movimiento de tropas o tripas


Movimiento de tropas o tripas.

 

Los retortijones de tripas me despiertan a las seis de la mañana, huyo como alma que lleva el diablo de la cama y encuentro refugio en el cuarto de baño. Cuando parece que el enemigo ha desaparecido, desplazo mis tropas hacia la cocina y busco una explicación a ese ataque de guerrillas. ¡El agua!  El culpable indirecto o directo el ayuntamiento, esta vez quizás no sea el responsable, pero siento más tranquila por haber encontrado al autor intelectual de semejante atentado.

Con mis huestes más relajadas, después de que la retaguardia tuviera que buscar dos veces alivio  en el cuarto de baño. Marcho hacía el campo de batalla diario .Poco antes de incorporarme, me encuentro con otro” derrotado” (sesenta años, despedido y sin saber si podrá acogerse a la jubilación anticipada) me comunica que esta pensando en hacerse el haraquiri.

-          ¡No puedo estar todo el día  sin hacer nada! Me dice

Le hago dos sugerencias, con la audacia y el morro que me caracteriza: cambiar el haraquiri por el de kamikaze o bien le entrego las llaves de mi fortaleza y que se ponga a limpiar como un zapador. Rechaza las dos, pero no el chiste con lo que le dejo con la sonrisa puesta.

Durante la mañana las tripas tienen una actividad irregular, por momentos están tranquilas, esa tranquilidad coincide con la mayor actividad laboral, aspecto que agradezco enormemente.

A media mañana atiendo una llamada telefónica, solicitan información sobre algunas cuestiones relacionadas con mi empresa, por el tono de la interlocutora, deduzco que más que buscar respuesta, quiere que alguien le escuche. Lo hago pacientemente a la vez que se me viene a la cabeza la secuencia de una película; en la que el actor que carece de medios económicos para llamar a un teléfono erótico, se masturba escuchando la voz robotizada pero al fin y al cabo femenina del contestador de un banco. Me agradece la información  y cuelga.

Como estoy físicamente mermada, los intestinos vuelven a revolverse a la vez, que los conductos lagrimales.

Al cuarto de hora más o menos vuelve a sonar el teléfono lo descuelgo y una voz me dice:

Es usted la misma persona con la que he hablado hace un rato, quiero decirle que por diversas razones que no vienen al caso, estaba hundida y después de hablar con usted voy a tirar hacia delante, muchísimas gracias por haberme escuchado.

Me quede sin palabras, sólo pensé que la tropa con esta guerra, estamos pasando por momentos realmente malos y que a veces una pequeña escaramuza, podía servir para una victoria.

Mi pensamiento volvió a lo que realmente me preocupaba en ese día, al culpable de ese movimiento anárquico de mi esfínter, del compartimiento totalmente irregular de mis lagrimales. Hoy a mi amigo le daban  los resultados de una biopsia.

 

Cuando a las dos de la tarde concluida la jornada laboral matutina, supe el resultado.

Lo escribiré con palabras de mi amigo

Fulanito 10 – Melanoma 0

Me dio igual, el movimiento de las tripas, de las tropas, de los trapos…

 

¡Por fin! hemos ganado una batalla, como justos vencedores lo celebramos, el botín de guerra, en contra de lo habitual lo pago el héroe de la batalla, pero a él no le importo, y a nosotros menos.

 

 

 

 

 

6 comentarios:

  1. Bien... Hay que estar al pie del cañón... para seguir.

    Kike

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  2. Claro que si, somos valientes y jamas damos un paso a tras.

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  3. Lo que no entiendo es la negativa de cambiar el haraquiri por el kamikaze. El sabrá.

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  4. Estoy de acuerdo que no quiera cambiar el haraquiri por el kamikaze, en este último a se puede llevar al alguien mas por delante, y ese alguien todavía no está desesperado o también prefiere el haraquiri.
    Me gustan mucho tus escritos.

    Muchos besos.


    Lola

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  5. Se me ha olvidado dar la enhorabuena a tu amigo el que esperaba los resultados. Ahora a celebrarlo y a respirar.


    Lola

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  6. Cuando parece que te repites en tu estilo de escribir,al modo de Baltasar Gracian,esto es jugar con el sentido de las palabras,uno se da cuenta que lo haces muy bien.hacer coincidir las tropas de las tripas y las tripas de la tropa es una cosa que tiene su trapo.¡Al trapo,al trapo!.La idea es fenomenal,ya que el desarreglo interno corresponde con el general,con el social.Todo es cuestion de hacer de tripas corazon.No he llegado a coger el tono general o la idea,pero esto parece un combate,un cuerpo a cuerpo del cuerpo contra uno mismo,y de todos los cuerpos contra el cuerpo General en general,jeje. Besos y saludos.

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