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jueves, 9 de agosto de 2012


DEMANDAS VARIAS



            El primer fin de semana de agosto teníamos previsto viajar de Madrid  a Burgos en autobús. Como vivimos en Alcalá de Henares  y trabajamos en esta ciudad, intentamos comprar los billetes por Internet, para no tener que desplazarnos a la capital, con la consiguiente perdida de tiempo y dinero. Descartamos esa posibilidad cuando vimos que nos cobraban 2,54 euros billete por adquirir los  de esa manera. Como en nuestro pueblo hay una oficina de la misma compañía (Alsa, Continental autos) una de nosotras se desplazo a estas oficinas con la intención de comprarlos ahí.

A partir de ahora mis lectores pensarán que ya empiezo a desvariar, exagerar y contar cuentos surrealistas, producto de mi imaginación calenturienta y protestona. Pues no chicos- as, las cosas fueron así:

En la oficina, como en toda oficina que se precie, hay una taquilla o ventanilla, con el siguiente cartel:

“CERRADO” sin más. A partir de ese escueto  dato, tu imaginación puede volar libremente, esta cerrado por que se han ido a comer, porque es el día de descanso, o simplemente esta clausurada eternamente, se puede pensar lo que uno quiera, ya que no hay persona humana para preguntar.

Mi amiga como es espabilada de por si, descubrió que había una máquina donde, sacar los billetes, y no se lo pensó dos veces, metió los cincuenta euracos además de las monedas sueltas que la máquina le solicito, y espero a que salieran los ansiados billetes.



¡Chata ta chan, chata ta chan! Una poca fanfarria no viene mal. Lo que le escupió fue un vale para canjear en Madrid, con un número de teléfono (de facturación especial, para la compañía claro) por el importe de lo que le había choriceao el artilugio. Si alguno piensa, que mi amiga no intento que le devolviera la máquina su dinero, se equivoca lo intento, varias veces y en horarios distintos, pero el aparato  que ya había saciado su hambre se echo la siestaza, invernar o dormir el sueño de “los injustos”.

Resumo; llamo un par de veces a ese teléfono carísimo, lo intento por Internet, pero le pedía el localizador del billete que no teníamos. Tuvo que desplazarse a Madrid, pagar los 7 euros de la Continental – Autos, y canjear el vale.



La reclamación la puso,  no voy a contar lo que le costo, o si, ahora que las olimpiadas son en Londres, en algunas medallas de las conseguidas, se ha sudado menos de lo que lo hizo mi amiga. Como dijo Churchill: “sangre, sudor y lagrimas”.



Ahora viene la parte de la Demanda positiva. El primer fin de semana de agosto, se celebra el Festival Demanda Folk, como su nombre indica es en la Sierra de la Demanda. Después de los esfuerzos y la cara de gilipollas que se te queda cuando te toman el pelo decidimos acudir a este festival, para reconciliarnos con la humanidad y pasar una noche de jolgorio y alegría.

 Y vaya si nos reconciliamos.

La organización de dicho festival; impecable e impoluta, el impacto medio ambiental nulo, el condumio y el bebercio de lujo a precios moderados, las actuaciones buenísimas y por último el público; variado, con ganas de divertirse y un respeto hacia el prójimo, que ya lo quisieran para sí algunas” compañías de transporte”.




























1 comentario:

  1. Una reflexión.
    Si un día, paseando ves que han quemado un cajero automático o cualquier expendedor automático del diablo. ¿Qué es lo primero que piensas?. ¡Que gamberros!, ¡que juventud!.
    A partir de ahora también puedes pensar que alguien ha hecho justicia.

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