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jueves, 4 de octubre de 2012

Si sueñas...


Si sueñas…. pesadillas… o yo que sé.

 

Érase una vez un Rey,  preocupado por  su pueblo. Con el diezmo y  demás impuestos no era suficiente para mantener la corte. Era sabedor que su reinado estaba en  peligro y que a su pueblo no le podía exigir más o corría el riesgo de que se levantaran  contra él.

 

Una noche mientras dormía, no sabe si fue un sueño o fue realidad, se le apareció una gallina. Por lo que le dijo…  supo que era un genio.

           

            - Carlos: crea un impuesto voluntario.

 

El Rey le interrumpió, pero…

-          Carlos deja que te explique:

Veras; de todo lo  recaudado con ese impuesto, una parte importante, se lo devolverás a uno o  unos pocos de esos contribuyentes cada semana.

 Estos bien por seguir siendo solidarios con tu reinado, bien por la ambición del premio, seguirán, semana tras semana llenando las arcas del estado.

 

Una pequeña parte de ese dinero, la emplearas en pagar a los recaudadores y voceadores del impuesto. Crearás empleo sin conste alguno para el país.

 

 Con el resto tienes  un dinero limpio de polvo y paja, sólo grano y lo mejor voluntario.

 

En todo cuento con gallina aunque esta ponga  huevos de oro, tiene que aparecer alguna zorra. En este también.

-La primera zorra, le susurraba: vende que por ella te darán un buen dinerito.

 

-La segunda, que al que le toque que dé un 20 al Rey.

 

Que no hagan caso a ninguna zorra, pues la tercera, esta diciendo:

 

Matemos a la gallina, que dentro tiene una mina de oro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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