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sábado, 21 de julio de 2012

Miércoles libre


A pesar de  tener la mañana libre, me levanto temprano. Tengo varias gestiones que hacer fuera de casa y otras tareas dentro. El blog lo tengo un poco abandonado, intentaré ponerlo al día. Veremos si la mañana da para todo.

Conecto el ordenador, hay una entrada de un blog amigo, veo que fui capaz de suscribirme, leo lo último publicado dejo un comentario de lo que me alegra que la gente joven siga escribiendo y cambio de tarea.

 La plancha: enciendo la radio, escucho a nuestro presidente, ya no  caigo en la trampa de reírme cuando le da esas patadas al diccionario y miente. He descubierto que es una maniobra de despiste, mientras comento lo mal que habla y lo bien que miente, tiempo perdido en ir a lo importante; nos están jodiendo la vida.

Las arrugas de la ropa van desapareciendo a la misma velocidad que yo me voy arrugando, oyendo al susodicho.

Terminado el planchazo y viéndolo todo tan mal me largo a que me revisen la vista.

En los meses de julio y agosto el consumo se va a reactivar, si la gran mayoría hacen como yo que adelantan sus compras imprescindibles,  a la subida del IVA.

           

            Ya en la óptica mis temores se confirman, la vista cansada,  más cansada y el astigmatismo más, ya necesitaré dos pares de gafas. Me preguntan que si me he planteado el progresismo. Aunque con la edad algunos nos volvemos más conservadores, por supuesto que si me lo he planteado.

Cuando me dicen lo que me costará, esa modernidad, me arrugo un poco más, pero accedo ya que en septiembre será más caro.

Harta de ver como me están chupando la sangre, decido donarla voluntariamente.



            En el bus la encuesta no tiene desperdicio:

            -¿Ha tenido anteriormente la tensión tan descompensada?

            - Hombre muy compensada la cosa no ha estado nunca, pero lo de ahora ya es mucho” más peor”.

           

-¿Ha mantenido en los últimos cuatro meses relaciones sexuales con personas que no son su pareja?

            - Si se refiere a relaciones no consentidas, desde el 20 de noviembre pasado, innumerables.



            -¿Ha comido algo?

            - Hoy varios sapos y culebras.

            - ¿Tiene sed?

            - De justicia señora.

Una firma más ¿Cuántas llevo este mes?, al menos sé que esta tendrá resultados inmediatos.



Necesito zapatos, acudo a la tienda, las sandalias que se ajustan a mi presupuesto, no lo hacen a mi pie, opto por vivir por encima de mis posibilidades y comprarme unas que no me hagan heridas en mis mal trechos pies de esta mañana libre de miércoles.



Mañana será jueves, tendré que volver a firmar, me chuparán de nuevo la sangre, pero intentaré que  sea libre para manifestarme y evitar esta sangría que me esta matando.










4 comentarios:

  1. Otra que ha caído en la trampa.
    Esto que describes con tanta gracia e ironía no es un Día Libre.
    Un Día Libre hay que gastarlo en hacer cosas puedan remorder a la conciencia.
    Estar en la cama hasta que te duela el cuerpo sabiendo que tienes que planchar un montón, por ejemplo. O levantarte para ver salir el sol mientras la conciencia te ronronea que deberías aprovechar para descansar.
    No sigo dando ejemplos por que estoy seguro de que ahora si entiendes el concepto “Día libre”

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  2. Bueno, un día libre también puede ser: despertar justo al día siguiente de ese día libre; es decir, al toque de corneta del despertador que te avisa que hay que ir a trabajar, y preguntarse una (o uno) en qué leches ha empleado ese día libre que se ha pasado en un pis-pas, y luego, ya en el trabajo, recordar que la noche anterior, cuando se comenzaba ese fantástico y pormetedor día libre, nos pillamos una curda de órdago, nos beneficiamos al (o a la) deseado/a de turno y luego ya no sabemos más, porque aparecimos en pelotas dentro de una cama ajena (que ya estaba vacía del otro o la otra), con un desayono "tope gama" preparado en el salón con diario de la mañana incluído, y con un regusto de arrepentimiento de todas las tareas que tendríamos que haber hecho en nuestro día libre y no hemos hecho porque nos hemos pasado eso, el día libre, en la cama recuperándonos de la libertad perdida...
    Eso sí, al día siguiente, jueves, se debe pedir permiso al jefe para ir a la óptica y lo de la donación. La salud y la solidaridad es lo primero. Creo yo.

    Kike.

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    1. Tanto el comentario anónimo,¿quien eres? como el de Kike han dado en el clavo. Gracias este blog gana muchos puntos con los comentarios.
      Pura.

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    2. Pues tiene su meollo la cosa.En fin,es que tocamos el tema de la libertad.Un dia moscoso o de asuntos propios se puede emplear para arreglar papeles o tambien para ejercer la libertad de dedicarse al ocio o a descansar.Pero como el concepto de libertad es tan ambiguo en si...al elegir se desechan otras opciones u ocupaciones que pudieran ser mas beneficiosas o fructiferas,pero como no aspiro a mucho,veo cualquier cosa que pongan en la tele,antes que me de por embarcarme en ocios que me cansen mas que el trabajo. Me gustaria dedicar un dia libre,solo a observar como cambian las sombras,como decrecen y luego vuelven a crecer,pero no se si tendre bastante paciencia para permanecer en el mismo sitio..

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