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lunes, 18 de julio de 2016

Crónicas domingueras.

Veremos si soy capaz de que se me entienda, o como siempre, repetiré varias veces lo obvio y omitiré lo que en mi cabeza esta muy claro, pero el resto del personal no tiene ni idea de lo que quiero decir.
 Usaré un símil: Lo que yo creo que es una” pincelada” sutil para que el lector entienda el fondo de lo que quiero expresar, resulta ser un “brochazo” que todo lo emborrona.
Los más benevolentes dicen que se trata de una ineptitud para escribir o "cierta "incapacidad para expresarme coherentemente. Otros sin mas rodeos, etiquetan lo mio de enfermedad mental.

Vayamos a lo que hoy nos ocupa o mejor al preámbulo o al porque de esta crónica dominical.

Un amigo me pide que le preste el coche la semana que viene, para llevar a su mujer al trabajo (esto último es una pincelada). Conozco  bien a mi amigo y sé negativamente que si le doy el coche en las condiciones higiénicas actuales, le faltará tiempo para proclamar a los cuatro vientos lo cochina que soy.
Me dispongo a lavar el coche por la mañana, pues pienso que están obsoletos los roles tradicionales de: Los hombres van a por los churros y limpian el coche los días festivos, las mujeres en ese tiempo no hacen nada o todo lo demás, quien sabe.
Me mosqueé un poco cuando observe que de la churrería cercana solo salían ejemplares masculinos, pero no le dí demasiada importancia, y  continué mi camino.
Mi asombro fue enorme cuando al llegar al lavadero comprobé que los individuos machos que no se encontraban comprando churros, allí  estaban, limpiando su automóvil o esperando turno para hacerlo.
Miré el reloj, calcule en que emplear las dos horas que mi costilla tardaría en recoger la casa y preparar el almuerzo y me volvi por donde había venido.
Regrese a casa ( por supuesto dos horas después ) con una bandeja de pasteles en la mano y diciendo:
 Cariño ya estoy aqui, por cierto la semana que viene tienes que acercar a María a su trabajo, Manolo tiene el coche en el taller.
 
 
 
 
 
 


 

1 comentario:

  1. Vale, pues la llevas tú y así yo no madrugo.

    PD. y no te olvides los churros.

    Fd. el pedigüeño del coche.

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