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domingo, 26 de abril de 2020

La cigüeña esquiva

 Mirando la fotos de ayer para colgar en el blog, compruebo que  hay  varias con una cigüeña. Cigüeña que solo yo que estaba alli, sé con certeza que existe y  sólo yo fuí testigo de como  jugó al corre que te pillo conmigo.
 
Estaba medio adormilada en el sofa,  con el "ruido" de fondo de la televisión,  escuchando a los expertos, a los inexpertos y a todo hijo de vecino, dar su opinión,  sobre el desconfinamiento de los niños < tiene bemoles el vocabulario  carcelario que estamos adquiriendo >. Cuando se paseo por mi terraza una cigüeña, rapidamente eche mano de la cámara, pero no lo suficiente rápido como para pillarla, asique deje la cámara cerca por si acaso y  segui con" la siesta del obispo" * y con el runruneo de fondo del monotema del día, y porque no decirlo pensando, que estamos super-sobre-mal informados, y creo que sobrán "expertos" y nos falta sentido común.  Esto último claro,  es una apreciación totalmente subjetiva y  probablemente errónea por mi parte, pero le echaré la culpa, al sopor mañanero y a las "radiaciones" emitidas por la caja tonta. Cuando volvió  a pasar delante de mis narices la cigüeña, así tres veces. Hasta que consiguió  despertarme del todo, levantará el culo del sofa y cámara en ristre  la persiguiera por todo el recinto arzobispal.
 El juego debió de durar como medía hora y a ratos me sorprendí tarareando: niño deja ya de joder con la pelota, niño que eso no se hace, que eso no se dice, que eso no se toca...
 

 

 

Abandoné la partida  cuando fuí consciente de que no llegaría a pillar a  "la cigüeña" y por lo tanto sería ella la ganadora.


¡Feliz vuelo!

* Las vistas son de la Huerta del Obispo.


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